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Efemérides 17 de diciembre: Comandos en la Guerra de Granada

Efemérides 17 de diciembre: Comandos en la Guerra de Granada
 

17 de diciembre de 1490. Operación de comandos en la guerra de Granada

Tal día como hoy, 17 de diciembre de 1490, el caballero castellano Hernán Pérez del Pulgar, al frente de quince hombres, se infiltra en la Granada mora, clava un Ave María en la puerta de la mezquita, quema el mercado de la ciudad y vuelve a sus líneas.

Pérez del Pulgar había protagonizado ya hazañas sin cuento durante la guerra de Granada. Para esta aventura cogió a quince de sus hombres más cercanos. En la noche fría de aquel diciembre, llegaron a la muralla de Granada. Nueve soldados quedaron abajo, a resguardo de los muros, para cuidar los caballos y cubrir la retirada. Los otros seis, con su capitán al frente, cruzaron las aguas del Darro. Un moro converso, Pedro Pulgar, les hacía de guía. El moro les conduce hasta la mezquita mayor. Hernán pide un papel, saca su cuchillo y lo clava en la puerta. Aquel papel decía así: “Ave María. Sed testigos de la toma de posesión que hago en nombre de los reyes y del compromiso que contraigo de venir a rescatar a la Virgen María, a quien dejo prisionera entre los infieles”.

La misión aún no está completa: han de acudir a la alcaicería, el rico mercado de sedas, y prenderle fuego. Tristán de Montemayor ha de aportar la mecha: una cuerda embadurnada de alquitrán. Pero algo falla: la mecha no está. Tristán la ha dejado en el caballo. Uno se ofrece a rectificar el error: Diego de Baena. Él irá a buscar la mecha. Desaparece calle abajo, vuelve al lugar donde se esconden los caballos, encuentra la cuerda de alquitrán, retorna a la carrera. De repente, un bulto se cruza en su camino. El bulto grita la voz de alarma: es un centinela. Diego pone fuera de combate al moro, pero el grito de socorro ha hecho su efecto: la guardia de la capital mora ha descubierto al comando. Los hombres de Hernán Pérez del Pulgar huyen en la dirección que les marca Diego de Baena. A toda prisa prenden fuego a la alcaicería. Después, sin perder un segundo, hay que salir de allí.

¿Podía salir todavía algo mal? Sí: uno de la hueste, Jerónimo de Aguilera, ha caído en un foso y ha quedado atrapado. Los moros se acercan a gritos. Aguilera urge a sus camaradas: “¡Matadme!¡Recordad nuestro compromiso! ¡No dejar atrás prenda viva! ¡No quiero caer en manos de los moros!”. Todos miran a Hernán. Saben que dejar vivo a Aguilera será peor que dejarle muerto. Pérez del Pulgar lanza su azagaya contra el soldado. Aguilera gime; pero no de dolor, sino porque el proyectil, en la oscuridad, ha fallado. “No dejaremos atrás prenda viva, pero tampoco prenda muerta”, grita Hernán. Los hombres del comando tiran de Jerónimo con todas sus fuerzas. Justo a tiempo, porque los moros ya están encima. Así incendiaron la alcaicería de Granada los hombres de Pérez del Pulgar.

Otros hechos:

1563: Nace en Ronda, Málaga, el científico Diego Pérez de Mesa, catedrático de Matemáticas en Alcalá, Salamanca y Sevilla, protegido por Felipe II.

1790: Bajo el zócalo de la catedral de México se descubre la Piedra del Sol azteca.

1927: En el Ateneo de Sevilla, durante un homenaje a Góngora, se reúnen los poetas de la Generación del 27.

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