17 de enero de 1600. Nace Pedro Calderón de la Barca
Tal día como hoy, 17 de enero de 1600, nacía en Madrid Pedro Calderón de la Barca, figura eminente de la cultura española de los siglos de oro y de la literatura universal.
Calderón fue sucesivamente soldado, escritor y sacerdote. Su padre quería que fuera eclesiástico. Bajo ese designio estudió lógica y retórica en la Universidad de Alcalá, y después derecho canónico y civil en la de Salamanca. Pero Calderón no se ordenó, sino que se dedicó a la poesía. Participó en certámenes poéticos con notable éxito. Muerto su padre, decidió abandonar los estudios eclesiásticos y optó por dedicarse a la carrera militar.
Empezó a pelear en 1623, al servicio del duque de Frías, en Flandes. Ese mismo año estrenaba en Madrid su primera comedia: Amor, honor y poder. Regresó a España en 1625 para dedicarse a su vida de dramaturgo, pero volvió a empuñar las armas en 1638, al servicio del Duque del Infantado, en el sitio de Fuenterrabía y más tarde, en 1640, durante la guerra de secesión de Cataluña. Era caballero de Santiago desde 1636. En el sitio de Lérida resultó herido y le fue concedida una licencia absoluta. De su vida militar dejó memoria en unos versos que aún hoy son de cita obligada en la carrera castrense: “Aquí la más principal/ hazaña es obedecer/, y el modo cómo ha de ser/ es ni pedir ni rehusar”.
Después de una seria crisis personal y profesional, agobiado por mil contratiempos (entre ellos, el nacimiento de un hijo natural, Pedro José), Calderón terminó ordenándose sacerdote en 1651. Aún vivirá treinta años más, gozando generalmente del favor tanto de la corte como del público; de hecho, terminó sus días como capellán mayor del rey Carlos II. Murió el 25 de mayo de 1681.
Hoy le recordamos sobre todo como el creador del género de los Autos Sacramentales, un auténtico teatro metafísico que popularizó las preocupaciones teológicas: la oposición entre la razón y las pasiones, entre lo intelectual y lo instintivo, entre el entendimiento y la voluntad. Nada define mejor el pensamiento de Calderón de la Barca que aquellos versos suyos de “La vida es sueño”: “¿Qué es la vida? Un frenesí./ ¿Qué es la vida? Una ficción,/ una sombra, una ilusión,/ y el mayor bien es pequeño./ ¡Que toda la vida es sueño,/ y los sueños, sueños son!”.
Pedro Calderón de la Barca dejó tras de sí ciento diez comedias y ochenta autos sacramentales, entremeses y obras de menor fuste. Su glosa de la religión, el honor y el amor son el retrato más fiel del espíritu de nuestros siglos de oro.
Otros hechos:
1287: Alfonso III de Aragón se lanza a la reconquista de Menorca.
1966: Dos aviones estadounidenses colisionan en el aire y cuatro bombas nucleares caen al mar en las costas de Palomares y Almería.
1996: La banda terrorista ETA secuestra al funcionario de prisiones Ortega Lara. Su largo y cruel cautiverio marcará profundamente a la sociedad española.