Tal día como hoy, 22 de junio de 1372, la flota castellana derrotaba a la armada inglesa en La Rochela, en la costa atlántica francesa.
El episodio se inscribe en la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, donde Castilla, ahora con Enrique de Trastámara como rey, se puso del lado francés. La Rochela se había convertido en la base principal de la armada de Inglaterra. El rey de Castilla envió allá una veintena de barcos entre galeras y naos, al mando del almirante genovés Ambrosio Bocanegra, secundado por los capitanes Fernán Ruiz Cabeza de Vaca, Fernando de Peón y Ruy Díaz de Rojas. El rey de Inglaterra, Eduardo III, se apresuró a reforzar la defensa con más de cuarenta naves. Fue una de las grandes batallas navales de su tiempo y se resolvió a fuerza de astucia.
El 21 de junio los barcos castellanos avistaron a los ingleses. Hubo un cruce de fuego sin consecuencias. Bocanegra leyó la situación táctica y decidió retirarse. Los ingleses, eufóricos, vocearon la cobardía castellana. Pero el genovés sabía lo que hacía. Las naos inglesas eran más pesadas y de mayor calado que las galeras castellanas. En la bajamar, los barcos ingleses quedarían varados, mientras que los castellanos podrían moverse con libertad y dar la vuelta a su inferioridad numérica. Eso era lo que Bocanegra esperaba: la bajamar. Cuando ésta llegó, al día siguiente, la armada castellana se lanzó al ataque. El jefe inglés, Pembroke, no había previsto ese detalle elemental.
Fue una escabechina: las bombardas castellanas destrozaron a los inmóviles barcos ingleses, que en ese preciso instante descubrieron su trágico error. Todos los barcos ingleses fueron quemados, hundidos o apresados. Pembroke cayó preso junto a medio millar de caballeros y 8.000 soldados. La victoria castellana fue inapelable. Ambrosio Bocanegra, el almirante castellano, tuvo un gesto de generosidad poco frecuente en aquel tiempo: perdonó la vida a los cautivos. En cuanto a Castilla, la clara superioridad naval exhibida en aquel combate le permitió asentarse como potencia indiscutible del Atlántico. En los años siguientes los barcos castellanos atacarán reiteradas veces las costas inglesas e incluso llegarán Támesis arriba a pocos kilómetros de Londres, como hizo el almirante Fernán Sánchez de Tovar. Los puertos cántabros volvieron a florecer con el comercio de lanas hacia Flandes.
Otros hechos:
1559: Felipe II se casa con Isabel de Valois, hija del rey Enrique II de Francia.
1580: Muere en Granada el militar y poeta renacentista Diego Hernando de Acuña.
1865: Muere en Madrid el escritor y político Ángel Saavedra, duque de Rivas, autor de “Don Álvaro o la fuerza del sino”, referencia del romanticismo.
1930: Nace en Madrid el político Francisco Fernández Ordóñez, presidente del INI con Franco, ministro de Justicia con UCD y de Exteriores con el PSOE. Dejó en herencia el IRPF, la ley del divorcio, el ingreso en la OTAN y la firma del Tratado de Maastricht.