Tal día como hoy, 28 de enero de 1578, fallecía en Madrid el médico, botánico y ornitólogo Francisco Hernández de Toledo, protomédico de la corte de Felipe II: el primer científico europeo que investigó la naturaleza de América.
Hernández había nacido en la Puebla de Montalbán, en Toledo, en 1514. Estudió Medicina en Alcalá de Henares y emprendió una carrera rápida y brillante. Ejerció en Toledo y en Sevilla. Aquí descubre algo que le fascinará: la obra de Monardes sobre los productos naturales que venían de América y sus propiedades curativas. Es la gran novedad científica del momento: los españoles están descubriendo los secretos de la medicina natural amerindia, sus plantas y fórmulas.La cumbre en la carrera profesional de Hernández llega en 1560, cuando entra en el Monasterio de Guadalupe, con los frailes jerónimos, haciendo disecciones anatómicas, practicando la cirugía y organizando el Jardín Botánico. Alcanza el grado de magíster. En 1567 es nombrado médico de cámara del Rey: entra en la corte de Felipe II. Y su vida da un vuelco absoluto cuando el rey en persona le propone una aventura insólita: viajar a la Nueva España, el virreinato más pujante de las Indias, y retratar la tierra, los minerales, los animales, las plantas. Una aventura científica sin precedentes.
Hernández viaja por todas partes: la altiplanicie central, el mar del sur, Oaxaca, Michoacán. Recoge muestras y material botánico, las estudia, las clasifica, siempre con especial interés por las plantas medicinales. Serán ocho años de intenso trabajo de campo. Y su método va a ser muy importante para la ciencia de los próximos siglos, porque es un ejemplo pionero de ciencia experimental: un sistema de fichas normalizadas sobre cada especie vegetal o animal y sobre cada mineral, con un cuestionario de tipo descriptivo, por escrito, acompañado de dibujos. Con este sistema pudo recabar información por correo desde los lugares más remotos de la Nueva España. Y después, con toda la información en la mano, el equipo de Hernández viaja, confronta los datos con la realidad, recoge materiales y los analiza. Así hubo en aquellos años, por todo el virreinato, una pequeña legión de sabios buscando hierbas y piedras, estudiando animales, analizando plantas y frutos.
El fruto del trabajo de Hernández fue espectacular. Veintidós volúmenes en latín que se convirtieron en la enciclopedia natural más importante del mundo: describe tres mil especies vegetales, introduce plantas exóticas como el cacao, el maíz, el tomate, la papaya, el peyote, el chili, y también plantas que vienen de Filipinas o el área del Índico, como la canela o el clavo; recoge más de cuatrocientos animales de la fauna mejicana y treinta y cinco minerales utilizados en medicina. Por la amplitud de sus informaciones y por lo avanzado de su método, Hernández se convertirá en la principal referencia de los naturalistas europeos hasta bien entrado el siglo XVIII.
Otros hechos:
1920: Se publica la orden por la que se crea el Tercio de Extranjeros, la Legión, que nacerá formalmente en septiembre siguiente.
1930: El general Primo de Rivera presenta al rey Alfonso XIII su dimisión.