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Efemérides 31 de marzo | La expulsión de los judíos

Efemérides 31 de marzo | La expulsión de los judíos

31 de marzo de 1492. Los Reyes Católicos y la expulsión de los judíos

Tal día como hoy 31 de marzo de 1492, los Reyes Católicos dictaban la expulsión de los judíos que no se hubieran convertido al cristianismo. Se les permitió vender sus bienes antes de marchar.

Aquella expulsión no fue la primera ni la más cruel de cuantas se produjeron en Europa. Francia expulsó a sus judíos en 1182 y confiscó todos sus bienes. Inglaterra dispuso lo mismo en 1290. La monarquía francesa dictó otras cuatro expulsiones más a lo largo del siglo XIV. También los principados alemanes, Austria algo más tarde (1421) y después los principales ducados italianos (Parma, Milán, etc.). Una parte no desdeñable de los judíos expulsados de Europa vino a instalarse en España. Lo hizo en las aljamas de la España cristiana, porque en la andalusí, desde la expulsión dictada por los almohades en el siglo XII, la vida de los judíos no era fácil. Sólo tras la caída de aquella secta fundamentalista florecieron de nuevo las juderías en Al-Ándalus.

Numerosos judíos españoles se habían convertido al cristianismo en los años anteriores. Las persecuciones de finales del siglo XIV –un auténtico motín popular- movieron a muchos a abrazar la cruz, no siempre de forma sincera. A partir de ese momento, la población judía se dividió en cuatro grupos: unos, los sinceros, seguían manteniendo su fe, protegidos por la corona; otros, los llamados “judaizantes”, se convirtieron al cristianismo, pero mantenían costumbres y cultos judíos; un tercer grupo se cristianó por fe auténtica, y en la Iglesia de aquellos años abundan los ejemplos, y un cuarto grupo, en fin, se convirtió por puro interés económico y de ascenso social.

Los Reyes Católicos, en su proyecto político, aspiraban a una sociedad unificada. La unidad en la fe católica era el objetivo. Para ello tenía que lograrse la integración plena de los judíos conversos, pero ésta se veía dificultada porque gran parte del pueblo los consideraba sospechosos. ¿Por qué? Por su proximidad a los judíos observantes. De manera que había que deshacerse de éstos si se aspiraba a una integración total de los conversos. Por otro lado, las sospechas populares se traducían en un estado permanente de tensión civil. Dado que la conversión de aquellos judíos observantes ya era un objetivo inalcanzable, ¿qué hacer? La expulsión parecía la única opción posible. Y eso fue lo que finalmente se hizo.

La medida mereció el aplauso unánime de las cortes europeas. La Universidad de la Sorbona felicitó formalmente a los Reyes Católicos. ¿Por qué? Porque en la mentalidad de la época, cuando el ideal político era la construcción de entidades homogéneas en torno a la unidad religiosa, la presencia de comunidades no cristianas parecía algo inconcebible. Hoy puede resultar difícil entenderlo. Entonces era al revés.

Otros hechos:

1578: Juan de Escobedo, secretario de Juan de Austria, es asesinado en Madrid por instigación de Antonio Pérez.

1591: Nace en Córdoba el óptico Benito Daza Valdés, notario de la Santa Inquisición, precursor de la oftalmología moderna y autor del primer tratado de optometría en español.

1621: Muere en Madrid el rey Felipe III. Le sucederá su hijo, Felipe IV.

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