Irregularidades y falta de calidad democrática en el Ateneo de Madrid
El pasado martes 12 de diciembre se celebró la Junta General de Socios del Ateneo, donde volvieron a producirse los ya habituales gritos de los socios hacia el presidente Luis Arroyo, destacando las palabras dedicadas a él como dictador, fascista y macarra, entre otras.
El motivo de estos calificativos hacia el presidente del Ateneo es que una vez más dio muestra de su violencia verbal y de gestos hacia algunos socios a los que difamó y señaló de forma vergonzosa.
La problemática principal del orden del día era la aprobación del “Dictamen de la Comisión de Presupuestos 2024”, formada por 7 socios: 6 socios del Grupo 1820 y una socia independiente, de trayectoria impecable como magistrada y muy apreciada en el Ateneo por sus muchos trienios como socia.
Es obligación según el Reglamento del Ateneo que cuando hay votos particulares son los primeros que hay que debatir para aprobarlos o rechazarlos. Desde el primer momento se negó que la socia que había presentado el voto particular lo defendiera para su debate, pretendiendo dar paso directamente al dictamen de la Comisión (que por cierto nunca llegó a reunirse), es más los socios del Grupo 1820 querían que se firmara sin mirar las cuentas, cosa a la que se opuso la socia independiente presentando un voto particular a la misma.
La citada socia, según comentó, tuvo muchos inconvenientes para poder ver las cuentas, pero gracias a la intervención del contador pudo consultar algunos documentos, aunque no todos. Hay que decir en este punto que la función del contador está muy limitada pues hasta el mismo encuentra impedimentos en su labor.
Después de un gran escándalo donde los gritos de dictador, fascista y macarra fueron muy fuertes, el presidente no tuvo más remedio que permitir el cumplimiento del Reglamento y tomó la palabra la socia independiente. El presidente, como la intervención no era de su agrado, comenzó a interrumpir su brillante exposición, en la que dejaba claro que no había tenido opción a poder revisar todos los documentos que solicitaba (y le autoriza el Reglamento del Ateneo). Con trato despectivo hacía ella, bordeando el “acoso psicológico”, la socia terminó abandonando la Junta porque sufría una situación de violencia hacia ella por parte del presidente superior a lo que podía aguantar, al ser una persona ya de edad avanzada y está jubilada como Magistrada de la Audiencia Nacional.
Esta situación se añade a la denunciada anteriormente por alguna socia del Ateneo ante la Liga Española pro Derechos Humanos en la que manifiesta que “se siente acosada psicológicamente por Luis Arroyo” y otras socias no asisten a las Juntas Generales, según declaran “por miedo a este señor del que su propio padre ha dicho a varios socios que es violento y padece desequilibrio emocional”.
Leyendo este voto particular pudimos verificar, aunque ya es sabido, que la Cantina del Ateneo funciona sin licencia y que la puerta de Santa Catalina 10 está abierta hasta altas horas de la madrugada (no se tiene muy claro qué actividades se realizan). Hay que poner de manifiesto que la Cantina debe cerrarse cuando cierra el Ateneo según obliga la Ley ya que está adscrita al Ateneo y al uso de los socios. Es más, desde el cierre del Ateneo sobre las 22:45 horas, la Cantina se queda sin salida de emergencia, lo que constituye un peligro para la seguridad de los usuarios y del edificio, catalogado como un “Bien de Interés Cultural”.
Algunas socias pidieron explicaciones sobre el hecho comprobado que de una misma cuenta se puedan pagar docenas de cuotas de socios, a lo que el presidente adujo que él mismo paga las cuotas de 5 de sus hijos, y la Secretaria 1ª, Pepita Marín (Consejera de Prisa como ella se presenta) manifestó que opinaba que no es ilegal que se paguen cuotas de una misma cuenta, puso por ejemplo como si “los de Cienciología que están al lado” quieren ingresar y pagar de la misma cuenta de 50 socios,…, una burda comparación que nos da idea de la laxitud de la Junta de gobierno en estos cruciales aspectos.
Asimismo, un socio preguntó al contador si estaba presupuestado el posible gasto de RESTITUIR a su formato original la obra ilegal que se realizó en el Salón de Actos con un coste aproximado de 500.000 euros, a lo que el contador contestó que no.
El presidente intervino de nuevo para difamar a varios socios culpándoles de querer hacer daño al Ateneo, cuando es él con su comportamiento la única persona que realmente está haciendo daño a la institución desde que entró en mayo 2021. En su momento se jactó ante la Junta General de Socios de estar realizando una modificación del Salón de Actos del Ateneo sin LICENCIA, con su prepotencia característica.
Un grupo de 30 socios comunicaron por escrito esta irregularidad al Ayuntamiento de Madrid, siendo lo cierto que estas obras eran del todo innecesarias ya que el edificio acababa de ser remodelado, el único interés parece ser el de la realización de eventos para intereses personales.
Ante esta denuncia el 25 de julio de 2023 la Junta de gobierno del Ateneo de Madrid presentó ante el Ayuntamiento un escrito de “declaración responsable”, 4 meses después de realizadas las obras. El Ayuntamiento de Madrid una vez estudiado debería autorizarlas o no. Tenemos noticia de que el Ateneo acaba de recibir estos días una notificación para que revierta la obra.
El presidente del Ateneo Luis Arroyo vive de la mentira que lanza a los suyos que solo van a votar como “brazos de madera”, aunque cada día van menos a las Juntas Generales y algunos se sienten avergonzados sobre todo los que proceden del PSOE.
“Una mentira disfrazada de verdad nunca deja de ser mentira” y es lo que está realizando Luis Arroyo desde que llegó con su Grupo al Ateneo.