El Gobierno de Venezuela ha retenido información crucial, contenida en dispositivos móviles y discos duros, relacionada con la investigación del caso Koldo. Durante registros realizados en Caracas a finales de marzo pasado, en el apartamento, el trastero y la oficina del comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, quien supuestamente habría informado a Koldo García sobre el trabajo de sus compañeros en relación con la trama, se incautaron un dispositivo GPS, tres teléfonos móviles y dos discos duros. A pesar de la solicitud del juez Ismael Moreno, este material permanece en manos de las autoridades bolivarianas.
Villalba, que recibió un destino altamente remunerado en la Embajada de España en Venezuela, fue detenido y liberado a principios de marzo. Está siendo investigado por cohecho y delitos de organización criminal en una parte del caso Koldo. Gracias a su cargo como agregado de Interior en Venezuela, del que ya ha sido destituido, tenía un pasaporte diplomático que le otorgaba beneficios como la exención de la mayoría de los controles en el aeropuerto. Sin embargo, este documento le fue confiscado tras su detención.
El 21 de marzo se emitió una comisión rogatoria a Venezuela para registrar la residencia del agente. Además, se solicitó la autorización para que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil pudiera intervenir en este proceso. Aunque el registro tuvo lugar el 27 de marzo, no se permitió la participación de los agentes de la UCO. En su lugar, fueron los policías venezolanos quienes llevaron a cabo la intervención, limitándose únicamente a informar sobre el número de dispositivos incautados, los cuales son fundamentales para la investigación del caso Koldo.