Este 21 de abril parecía que el País Vasco estaba a punto de presenciar un evento histórico: una victoria de Bildu en las elecciones autonómicas. Sin embargo, aunque se registró un empate a escaños entre los abertzales y el PNV, este último se posicionó como el partido más votado. Este resultado sitúa al PSOE en una posición crucial para la elección del próximo lehendakari en el Parlamento vasco, que se configura como el más nacionalista hasta la fecha.
A pesar de que el PNV lidera en número de votos, el PSOE tiene la capacidad de repetir la coalición que llevó a Imanol Pradales a la presidencia vasca tras las elecciones anteriores. Este escenario se ve respaldado por las reiteradas declaraciones de líderes socialistas, incluido Eneko Andueza, candidato del PSE-EE, asegurando la negativa a pactar con Bildu. Todo indica que los nacionalistas vascos continuarán al mando en Ajuria Enea.
Por otro lado, Bildu ha logrado su mejor resultado histórico en unas elecciones vascas, aumentando de 21 a 27 escaños respecto a 2020 y alcanzando un porcentaje de voto del 32,54% con el 99,1% de los votos escrutados, liderado por Pello Otxandiano como cabeza de lista.