El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, se pronunciaba sobre el polémico planteamiento de Donald Trump sobre la posibilidad de que Estados Unidos ocupe la Franja de Gaza y reubique a sus habitantes. Considera que no puede haber un debate, pues dicho territorio corresponde a los propios gazatíes. También aprovechó para hablar de la autonomía de España, comentando que «ningún tercero» le va a dictar qué debe hacer.
Pero Albares no solo se refería con esto a las palabras de Trump. Y es que en las últimas horas Israel Katz, ministro de Defensa Israelí, planteaba que los países que han reconocido a Palestina como Estado, entre ellos España, deberían ser los que acojan a los desplazados gazatíes.
El papel de España
«Nadie debe de entrar en un debate sobre dónde deben de ir los gazatíes», defendía el ministro en una entrevista en RNE. Albares añade que se trata de un «debate cerrado por ellos mismos», ya que «la tierra de los gazatíes es Gaza y Gaza debe ser parte del futuro Estado palestino, como quiere España y la mayor parte de los países del planeta».
Y con respecto al papel de España, Albares recordaba que el país «puntualmente» acoge a «palestinos que lo necesitan: niños enfermos, personas gravemente mutiladas, palestinos que necesitan el asilo y el refugio en España».
Albares pide centrarse en los hechos y no en palabras
Y volviendo a referirse a las declaraciones de Katz, recordaba que «España toma sus decisiones soberanamente y autónomamente». Además, agregaba que «nosotros tenemos una política exterior coherente que dice lo mismo en Ucrania y en Palestina por los mismos principios y los mismos motivos y que defiende el Derecho Internacional».
El ministro decía también que no se debe «caer en la tentación de estar comentando comentarios todo el tiempo». Y es que se le preguntó si los comentarios de Trump y Katz son solo eso, comentarios que no van más allá, Albares se limitó a mencionar que «por el momento no hay ningún hecho ni ningún acto al respecto».
«En política exterior uno se tiene que basar en hechos, opiniones, comentarios, hay muchos pero al final son los hechos los que cuentan», proseguía el ministro. Sin embargo, agregaba que esto no es óbice para que España haya expresado claramente su posición, «que es una posición autónoma, no condicionada por nadie».