Victoria de Mitsotakis en elecciones legislativas griegas y descalabro de Tsipras
En tercer lugar están los socialdemócratas de Pasok-Kinal con un 12 %, seguidos por el Partido Comunista de Grecia (7 %) y la ultraderechista Solución Griega (4,5 %), informó el Ministerio del Interior.
Con un 2,5 %, el partido izquierdista MeRA25, del exministro de Finanzas Yanis Varufakis, quedó fuera del Parlamento al no superar el umbral del 3 % requerido para entrar en la Cámara de 300 escaños.
El resultado es un claro apoyo a la gestión económica que Mitsotakis ha llevado a cabo en los últimos cuatro años para sacar al país heleno de la larga y agotadora crisis de su deuda soberana que en 2010 lo puso al borde de la bancarrota. Aunque el país sigue siendo uno de los más pobres de la Unión Europea (UE), su economía creció en 2021 y 2022 un 8,4 y un 5,9 %, respectivamente, porcentajes muy superiores a la media comunitaria.
Las inversiones extranjeras han aumentado significativamente, y la mejora de la economía permitió a Mitsotakis rebajar impuestos, y subir las pensiones y el salario mínimo.
Con la promesa de seguir con sus políticas liberales en la economía para acercar el nivel de vida y los ingresos de los griegos a los de los países ricos de Europa, el líder conservador logró hoy un porcentaje similar al de hace cuatro años.
Pero entonces obtuvo un premio de escaños que le dio la mayoría absoluta de los 300 escaños del Parlamento, una bonificación eliminada esta vez y que se reintroduciría si las elecciones se repiten dentro de pocas semanas, tal y como parece pretenderlo Mitsotakis para poder seguir gobernando en solitario. «El resultado ha demostrado que ND tiene la aprobación de los ciudadanos para gobernar en solitario», dijo el primer ministro.
Ni ND ni todos los partidos de la oposición juntos tienen el porcentaje del 45 % necesario para hacerse ahora con la mayoría absoluta de los escaños parlamentarios.
Por lo tanto, si ND desiste de buscar una alianza con otro partido para formar una coalición de gobierno, se convocarán nuevas elecciones, que según barajan hoy los medios helenos, podrían celebrarse a fines de junio o principios de julio. «Tenemos que hacer cambios más radicales para cubrir el terreno que nos separa de Europa» y eso no se puede hacer con cooperaciones «inseguras», insistió Mitsotakis.
Varapalo a Tsipras
Los electores castigaron severamente a Syriza, el partido opositor e izquierdista del exprimer ministro Alexis Tsipras, que sufrió un auténtico descalabro al caer 11 puntos respecto al apoyo obtenido en 2019, algo inédito en la historia electoral del país.
Todo el espectro de izquierda salió de las urnas más fragmentado y debilitado de lo que ya estaba y Tsipras no logró convencer a los ciudadanos de los «grandes cambios» que prometía: muchos se sienten aún traicionados por las dolorosas reformas que aceptó implementar para conseguir un tercer rescate financiero en 2015.
Muy vivo está aún el recuerdo de la incertidumbre y la polarización vivida en aquellos años, cuando la convocatoria de un referéndum contra la austeridad de Tsipras, que condujo a un «corralito» y a Greca a estar a un paso de la salida de la eurozona.
La oposición no pudo beneficiarse de del grave choque de trenes que en marzo mató a 57 personas y desató una fuerte oleada de protestas, debidamente alentada por la izquierda, por la falta de seguridad en la vías férreas.
La participación en las urnas se situó hoy en el 60,6 %, 3 puntos por encima del registrado en las elecciones anteriores (2019).