El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha reafirmado su postura a favor de que «progresistas capacitados» lideren las principales instituciones públicas de España. Esta defensa surge tras el nombramiento de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España, una designación que ha provocado críticas por parte del Partido Popular, que acusa al gobierno de «colonización» institucional, una práctica que, según afirman, se asemeja a la de la época franquista.
El Partido Popular, representado en este caso por el diputado Jaime de Olano, ha señalado que la política del gobierno actual, liderado por Pedro Sánchez, está basada en un intento de controlar y politizar instituciones públicas clave. De Olano fue especialmente crítico con el nombramiento de Escrivá, así como con la subgobernadora del Banco de España, quien ha sido vinculada al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Según el PP, estas acciones erosionan la independencia institucional y suponen un paso hacia un gobierno autocrático.
Bolaños respondió tajantemente a estas acusaciones, calificando de inaceptable la comparación entre el PSOE y el franquismo. Recordó que el Partido Socialista jugó un papel crucial en la lucha por la democracia durante la dictadura franquista, lo que refuerza su legitimidad democrática. El ministro señaló que, a diferencia de la etapa franquista, España vive un momento de estabilidad y progreso tanto a nivel económico como institucional.
El discurso de Bolaños también subrayó los logros del gobierno en materia social, económica e institucional. Según el ministro, España atraviesa un «momento dulce», con avances significativos en la economía y la recuperación postpandemia. En cuanto al estado de las instituciones, Bolaños destacó que los tres poderes del Estado —ejecutivo, legislativo y judicial— funcionan en plena normalidad, un reflejo de la solidez democrática del país.
La cuestión del control de las instituciones públicas ha sido un punto de fricción constante entre el gobierno y la oposición y lo será más después de las declaraciones de Bolaños. Mientras el Gobierno de Sánchez argumenta que los nombramientos de figuras afines a su línea política son legítimos y necesarios para llevar adelante sus políticas, el PP sostiene que estas decisiones minan la independencia de organismos esenciales. Este enfrentamiento político sigue siendo uno de los temas más candentes en el panorama político actual.