Que los pobres paguen la deuda de los ricos
La condonación de la deuda de Cataluña con el Estado, que casi todo el mundo da ya por acordada sin llamarse a escándalo, supone en realidad un gravísimo agravio comparativo para las demás Comunidades Autónomas y es un robo sin paliativos al resto de los españoles, que tendrán que pagar de sus bolsillos, tarde o temprano y a través de la ya insufrible presión fiscal, la deuda de más de 72.000 millones de euros que la Generalitat debe a las arcas del común estatal.
72.000 millones –una cantidad completamente disparatada- es algo más de la mitad de lo que costó el Plan Marshall aprobado por los EE.UU. para reconstruir la Europa devastada y hecha cenizas por la II Guerra Mundial. De aquellos 140.000 millones de dólares a valor actual (fueron en realidad 15.000 millones de la época), solo un 10%, unos 14.000 millones, fueron para reconstruir Alemania. La falta de proporcionalidad es absoluta y la mera comparación entre la situación de la Alemania de 1949 y la Cataluña de 2023 es un insulto a la inteligencia.
¿Se encuentra Cataluña actualmente devastada, como lo estaba Europa tras la guerra? ¿Cuántas ciudades arrasadas hay en esa Comunidad? ¿Lleva la mayoría de los catalanes pasando hambre tres años, como los alemanes entre 1945 y 1948?
La condonación de esa deuda y su transferencia al resto de los españoles es un acuerdo tan insolidario que no puede ser democrático y es flagrantemente anticonstitucional. Mucho se escribe de la inconstitucionalidad de la amnistía y de la autodeterminación, pero también la condonación de la deuda en tan escandalosos términos es un atentado al principio de solidaridad interterritorial y de igualdad entre todos los españoles.
El PIB de Cataluña es de 229.418 M€ euros, lo que la sitúa como la segunda economía de España por volumen de PIB. En cuanto al PIB per cápita, que es un buen indicador de la calidad de vida, en Cataluña en 2021 fue de 29.942 € euros, frente a los 27.870 € euros de PIB per cápita en España.
¿Es justo, razonable, solidario, equitativo, constitucional y democrático que los pobres paguen la deuda de los ricos? Ese es el pacto de Pedro Sánchez: que los pobres paguen la fiesta de los ricos.
Catalunya ens roba. Y Sánchez también.