Al Delegado del Gobierno le traiciona el subconsciente, que nunca miente
El problema no es solo Francisco Martín, Delgado del Gobierno de Pedro Sánchez Castejón en Madrid; el problema es que muchos de los actuales dirigentes del PSOE piensan lo mismo que este sujeto sobre los legatarios de ETA: que han salvado la vida de los españoles, que son hombre de paz y que se debe gobernar con ellos. El problema es que los socialistas que mandan han interiorizado que se puede pactar un programa de gobierno con Arnaldo Otegui, y que se puede uno repartir Navarra con ellos, y Guipúzcoa con ellos; y que se debe blanquear la historia criminal del terrorismo en las ikastolas vascas y en los medios de comunicación de la izquierda.
El problema es que la izquierda española –y los tertulianos a su servicio- han decidido emprender la voladura del modelo de la Constitución del 78 para construir un modelo antagónico que rompe con España. Y llevan trabajando en eso desde 2003.
Es el legado de Zapatero; es el proyecto que puso en marcha José Luis Rodríguez Zapatero desde que pactó con ETA en Perpignan. Y es el proyecto que está desarrollando sin pudor alguno Pedro Sánchez Castejón -cuyo primer ensayo general ha sido lo que llaman eufemísticamente “gobierno de coalición”- para crear un gran Frente Popular, estatal y autonómico, integrado por todas las izquierdas e incluyendo a los separatistas y a los bilduetarras.
Se trata de instalar un sistema de poder hegemónico a costa de barrer del mapa cualquier rastro de cierta idea de España.
Para llevar a cabo ese enorme derrape, el socialismo solo puede radicalizarse, podemizarse, batasunizarse.
Por eso, al brillante y tan oportuno Delegado del Gobierno de Sánchez le ha traicionado el subconsciente. Pero ya se sabe que el subconsciente nunca miente: aflora lo que más lleva uno dentro.
Que a este sujeto le pueda faltar, además, un hervor político y moral, es secundario. El hecho es que ha saltado al estrellato y se ha convertido en el emblema del proyecto de Sánchez: Votar PSOE es votar en favor de ese detritus.
Pues lo dicho: Que les vote Txapote.