David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ha presentado su renuncia al cargo de jefe de la Oficina de Artes Escénicas en la Diputación de Badajoz. Esta decisión llega en un momento crítico, ya que Sánchez se encuentra bajo investigación judicial por presuntos delitos de malversación, prevaricación y tráfico de influencias relacionados con su contratación en 2017.
La investigación comenzó tras una denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias, que sostiene que el puesto ocupado por David Sánchez fue creado específicamente para él. Según la denuncia, las condiciones laborales, incluyendo horarios y responsabilidades, fueron adaptadas a sus preferencias personales, lo que podría constituir un claro caso de prevaricación administrativa y tráfico de influencias. Además, la falta de transparencia en el proceso de selección ha sido uno de los puntos clave que ha motivado la intervención judicial.
El informe preliminar de la Guardia Civil no encontró evidencia de enriquecimiento ilícito, pero la jueza a cargo del caso considera que existen indicios suficientes para seguir investigando. La creación del puesto, la forma en que fue adjudicado y las condiciones laborales son ahora objeto de un escrutinio detallado.
Residencia fiscal en Portugal bajo la lupa
Otro aspecto que ha llamado la atención de las autoridades es la residencia fiscal de David Sánchez en Portugal. Se sospecha que esta decisión podría estar motivada por ventajas fiscales, lo que agrava las acusaciones de malversación de fondos públicos. Según la denuncia, Sánchez podría haber evitado impuestos en España mientras ocupaba un cargo financiado con dinero público.
Sin embargo, Sánchez ha defendido que su residencia en el país vecino responde a motivos personales y profesionales. En su declaración, aseguró que cumple con todas sus obligaciones fiscales y que su trabajo para la Diputación de Badajoz se realizaba tanto de forma presencial como telemática.
La defensa de David Sánchez
En su declaración ante la jueza encargada del caso, David Sánchez aseguró que encontró el puesto “buscando en Google” y que su contratación fue completamente legítima. Además, afirmó que en el momento de su incorporación a la Diputación de Badajoz, su hermano Pedro Sánchez no ocupaba ningún cargo relevante dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Sánchez también rechazó las acusaciones de absentismo laboral, declarando que trabaja “todos los días de la semana” y que su desempeño profesional siempre ha sido ejemplar. Según su versión, las acusaciones en su contra forman parte de una campaña de desprestigio con motivaciones políticas.
La renuncia de David Sánchez ha generado una oleada de reacciones tanto en el ámbito político como mediático. La oposición ha exigido explicaciones al Gobierno y mayor transparencia sobre el proceso de contratación. Los partidos de la oposición han calificado el caso como un ejemplo más de nepotismo dentro de las instituciones públicas.
Mientras tanto, desde el entorno del presidente, se ha defendido la presunción de inocencia y se ha pedido respetar el curso de la investigación judicial. Fuentes cercanas a Pedro Sánchez han subrayado que el presidente no tuvo ninguna influencia en la contratación de su hermano y que el caso está siendo utilizado de forma partidista para atacar al Gobierno.
Reacciones en la Diputación de Badajoz
La Diputación de Badajoz ha emitido un comunicado en el que asegura que el proceso de contratación de David Sánchez se realizó conforme a la legalidad vigente y que colaborará plenamente con la investigación judicial. Sin embargo, la presión mediática y política ha sido un factor determinante en la decisión de Sánchez de presentar su renuncia.