El parlamento israelí ha aprobado una ley que prohíbe todas las actividades de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) dentro de su territorio y en los territorios palestinos. Esta medida, respaldada por una mayoría de legisladores israelíes, se basa en la preocupación del gobierno sobre el papel de la UNRWA en el conflicto. Acusan a la agencia de fomentar el odio y de no promover la paz en el contexto palestino-israelí.
92 de los 120 diputados del Parlamento unicameral israelí han apoyado la iniciativa, y 10 han votado en contra. La organización cuenta ahora con 90 días para abandonar por completo el territorio. La votación ha estado precedida de un tenso debate. Por su parte, fuentes de la UNRWA advierten de que esta resolución sienta «un precedente peligroso», y añaden que la misma «solo profundiza el sufrimiento de los palestinos».
«Un castigo colectivo»
El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, alertaba de que «si no se da marcha atrás en estas leyes, se debilitará el mecanimos multilateral común que establecimos después de la Segunda Guerra Mundial. Esto debería ser una preocupación para todos». Además, detallaba que «estas leyes solo profundizan el sufrimiento de los palestinos, en particular en Gaza, donde la gente lleva más de un año de auténtico infierno. Privará a más de 650.000 niñas y niños de educación y pondrá en riesgo a toda una generación. Es un castigo colectivo».
Por si fuera poco, Lazzarini se quejaba de que esta es «una campaña de descrédito de la UNRWA para deslegitimar su labor para dar ayuda al desarrollo y servicios a los refugiados palestinos». Advertía, asimismo, de que esto no priva a los palestinos de su estatus de refugiados, y que estos están protegidos por las resoluciones de la Asamblea General de la ONU hasta que se alcance «una solución justa y duradera».
Un sustituto para la UNRWA
Con esta nueva normativa, las operaciones de la UNRWA, incluidas las de carácter educativo, sanitario y social, están prohibidas en todo el territorio de Israel. La UNRWA, que se creó en 1949 tras la primera guerra árabe-israelí, tiene el objetivo de brindar servicios humanitarios y de apoyo a los refugiados palestinos en Gaza, Cisjordania, Jordania, Siria y Líbano. Sin embargo, el gobierno israelí considera que muchas de sus actividades, especialmente en las escuelas, fomentan actitudes que perpetúan el conflicto.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, explicaba que a pesar de la resolución, Israel está dispuesto a colaborar con otros socios internacionales para que la ayuda humanitaria siga fluyendo hacia Gaza. Así, explicaba en un comunicado que «los trabajadores de la UNRWA implicados en organizaciones terroristas contra Israel deben rendir cuentas. Evitar una crisis humanitaria es esencial. La ayuda humanitaria sostenida debe seguir estando disponible en Gaza ahora y en el futuro».
El Gobierno de Netanyahu parece responder de esta manera a las manifestaciones de socios internacionales de Israel. Es por ejemplo el caso de su principal aliado, Estados Unidos, que pedía que no aplicasen la nueva norma.