El Partido Popular (PP) ha anunciado que citará a Pedro Sánchez en el Senado, para que rinda cuentas por lo que consideran un intento de encubrir casos de corrupción vinculados a su gestión. Esta medida es parte de la ofensiva popular, para que el gobierno socialista explique sus actuaciones en temas sensibles como la financiación ilegal y el supuesto uso indebido de fondos públicos.
El portavoz popular en el Senado, Javier Maroto, aseguró que la comparecencia se producirá «más pronto que tarde», dejando claro que el PP buscará que Sánchez aclare su postura y asuma responsabilidades. El Senado es la única cámara donde la formación política de centroderecha cuenta con mayoría absoluta. Esto les otorga la capacidad de impulsar la iniciativa y de convertirla en un frente central de su estrategia política.
Acusaciones y contexto político
El PP ha centrado sus críticas en la supuesta corrupción que afecta al entorno del PSOE, y añaden que Pedro Sánchez habría estado tratando de ocultarla. Entre los casos señalados, destacan los relativos a la presunta financiación irregular en comunidades autónomas gobernadas por los socialistas, y contratos públicos sospechosos durante la pandemia. Desde el Partido Popular, consideran que Sánchez ha actuado como un «protector» de estos escándalos. Ello, bloqueando investigaciones y desviando la atención mediática hacia otros asuntos.
Este movimiento se produce en un contexto de alta confrontación política, en el que ambos partidos se lanzan constantes acusaciones. Mientras el PP acusa al PSOE de corrupción y falta de transparencia, los socialistas responden señalando que estas maniobras buscarían desviar la atención de las recientes acusaciones vertidas contra el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, y su etapa en la Xunta de Galicia.
Perspectivas y reacciones
La iniciativa del PP de citar a Pedro Sánchez al Senado podría convertirse en un punto álgido en la batalla política actual. Si bien es incierto si Pedro Sánchez aceptará la convocatoria, el PP pretende mantener la presión en los meses, con miras a una posible repetición electoral.
Desde el PSOE, por su parte, se han limitado a desestimar las acusaciones del PP, calificándolas de maniobras desesperadas y carentes de fundamento. Además, los socialistas han puesto en duda la legitimidad de estas citaciones. Consideran que responden únicamente a intereses partidistas.