El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha rechazado participar en las negociaciones sobre la condonación de la deuda que el Gobierno central ha ofrecido a las comunidades autónomas. Este acuerdo, que surge tras el pacto entre el PSOE y ERC, contempla la quita de un 25% de la deuda de Cataluña, pero extiende el beneficio a otras regiones. Moreno insiste en que las negociaciones deben ser multilateralmente, criticando que este acuerdo rompe el principio de solidaridad entre territorios ricos y pobres.
A pesar de que Andalucía podría beneficiarse con una quita de 5.700 millones de euros, Moreno considera que el problema de fondo no es la deuda, sino la falta de reforma del modelo de financiación autonómica. Desde su perspectiva, la prioridad debería ser garantizar una distribución justa de los recursos, especialmente para comunidades que, como Andalucía, reciben fondos por debajo de la media.
Moreno ha defendido también su modelo de rebajas fiscales a la clase media y los empresarios, desmintiendo que favorezca únicamente a los más ricos. Durante una entrevista, ha subrayado que el Gobierno de Sánchez busca su «supervivencia política» con estas medidas, y ha criticado que se deje fuera el debate sobre la redistribución de la riqueza entre comunidades.
Este tema, el de la condonación de la deuda, sigue generando tensión entre las comunidades autónomas, tiene un impacto directo sobre el futuro económico de Andalucía, la segunda región más endeudada con el Estado; y la posición de Juanma Moreno marca un claro desafío a las políticas del gobierno central, en un momento crucial para el equilibrio financiero de las autonomías.