Dice el refranero que “tres Jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión».
Hoy no será un jueves de sol, no solo por las tormentas y lluvias que se reparten por toda la Península, sino también porque desde hace años, la Conferencia Episcopal trasladó la Festividad del Corpus Christi al domingo.
Pero, más allá de procesiones por las calles del país, entre las que goza de mayor reputación la toledana, ¿qué celebramos en el día de hoy?
Para los cristianos, casi todo es una Fiesta. Una Fiesta, porque la creencia de la Vida Eterna y de que hemos sido salvados por Jesucristo solo puede provocar un sentimiento: el de alegría.
Recuerda a los creyentes que Dios, creador, se hace criatura, pequeño, y que no están solos
“Corpus Christi”, como su propio nombre indica, es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. Para los católicos, se trata de una de las celebraciones más importantes del calendario litúrgico, en directa proporcionalidad con el regalo que supone que Cristo, tras su Ascensión a los cielos, quisiera quedarse en el mundo de la manera más sencilla posible: escondido en un trozo de Pan y unas gotas de vino.
La inmensidad e impensable realidad de que todo un Dios elija quedarse en un Sagrario, abandonado y hecho Pan recuerda a los creyentes no solo que no están solos, sino que Dios, Creador, se hace criatura, pequeño y más sencillo que hasta el propio hombre.
El origen de la fiesta tiene lugar en 1208, cuando una religiosa devota de la Eucaristía, Santa Juliana de Mont Cornillon, la impulsó. En aquel entonces, la ferviente devoción por la Eucaristía no era común, ni lo era tampoco la creencia de la Presencia Real de Jesucristo en ella. Tanto es así, que hay un milagro documentado de 1263, cuando un sacerdote dudó de la realidad de la Transubstanciación en la Eucaristía. Estando de viaje por Italia, se detuvo en Bolsena a celebrar una misa, en la que se produjo el milagro: de la Hostia manó sangre durante la consagración. Aún se conservan pruebas de aquel milagro que llevó al Papá a dar al Cuerpo de Cristo una festividad.
Sin embargo, la tradición española de llevar al Santísimo Sacramento en procesión por las calles no se estableció hasta 1447, cuando el papa Nicolás V lo estableció en la ciudad de Roma.
Desde entonces y hasta ahora los españoles hemos sido protagonistas de algunas de las procesiones del Corpus Christi más bonitas y prestigiosas. La de Toledo no lo es sólo por la forma, sino también por la Custodia que va en procesión: una joya de 160 kilos hecha de oro puro y plata que data de 1515.
Y aunque este año el tiempo no ayude -la Catedral de Sevilla ha suspendido la procesión por la previsión de lluvias y la hará dentro de la catedral- hay otros más decididos: el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha dicho que está dispuesto a mojarse en la procesión de Corpus Christi. «Estoy dispuesto a mojarme y estoy dispuesto a que salga”.
¡A pesar de la lluvia es Corpus en Toledo! ¡Las calles se engalanan para el día grande! Es el Señor quien viene a nuestras calles y a nuestra vida. ¡Siempre esta viniendo! pic.twitter.com/0BE1AZHasx
— Archidiócesis de Toledo (@architoledo) June 8, 2023
🕊️ La procesión del #CorpusSevilla23 se realizará este año por el interior de la Catedral por la alta probabilidad de lluvias durante toda la mañana.
— Ayuntamiento de Sevilla (@Ayto_Sevilla) June 8, 2023
🌾 A partir de las 8:30 horas recorrerá las naves del templo, en lugar del habitual itinerario por las calles del entorno. pic.twitter.com/veaMnoixTR