El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó su intervención en la Asamblea General de la ONU para hacer un llamado a la creación de un impuesto global sobre los más ricos, una medida que, según él, contribuiría a reducir la desigualdad económica mundial y a asegurar una fiscalidad más justa y equitativa.
Sánchez insistió en que, para abordar los desafíos globales actuales, es fundamental que las instituciones internacionales, como la ONU, se adapten a los tiempos. Propuso reformar tanto la organización como su Carta, argumentando que esto mejoraría su representatividad y transparencia en un mundo que ha cambiado significativamente desde la fundación de la ONU en 1945.
Sánchez, además de proponer un impuesto global a los más ricos, uno de los temas centrales de su discurso fue la inteligencia artificial (IA). El presidente abogó por un uso ético y responsable de esta tecnología, subrayando la importancia de establecer regulaciones internacionales para evitar abusos y garantizar que la IA se desarrolle en beneficio de toda la humanidad. Sánchez resaltó que las tecnologías emergentes deben servir a la sociedad y no aumentar las desigualdades o poner en peligro los derechos humanos.
En cuanto al cambio climático, Sánchez hizo un llamado a la movilización de recursos a nivel internacional para financiar la transición hacia una economía más verde y sostenible. Reiteró el compromiso de España en la lucha contra el calentamiento global y destacó que este es uno de los principales desafíos de nuestro tiempo.
Finalmente, propuso que, tras el mandato de António Guterres, la ONU debería considerar la elección de la primera mujer secretaria general en la historia de la organización, subrayando la importancia de avanzar en la igualdad de género en las más altas esferas del poder internacional.