El dirigente socialista Santos Cerdán ha anunciado este miércoles que dimite como secretario de Organización del PSOE y ha anunciado que renuncia también a su acta de diputado en el Congreso, en medio de una creciente presión judicial y política por su presunta implicación en el caso Koldo. La decisión llega horas después de que se conocieran nuevos detalles del informe de la Guardia Civil que lo vinculan directamente con pagos ilegales y amaños internos en el partido.
La Unidad Central Operativa (UCO) atribuye a Cerdán un papel clave en la presunta red de corrupción liderada por Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos. Según la investigación, Cerdán habría sido el encargado de gestionar hasta 650.000 euros en comisiones ilegales, abonadas por empresas como Acciona, OPR y LIC a cambio de adjudicaciones de contratos públicos.
Las pruebas incluyen audios en los que Cerdán afirma: «Voy a ir a por todo, voy a ir a pedir todo», lo que demuestra, según los investigadores, su implicación directa en la gestión de pagos.
Además, el informe revela un mensaje de WhatsApp de 2014 en el que Cerdán habría ordenado a Koldo amañar votos en las primarias del PSOE: «Cuando termine apuntas […] sin que te vea nadie y metes las dos papeletas». Esta conversación se produjo en las elecciones internas que dieron la victoria a Pedro Sánchez como secretario general del partido.
Ante estos hechos, el Tribunal Supremo, competente por la condición de aforado de Cerdán, le ofreció declarar voluntariamente el 25 de junio, tras considerar que existen indicios consistentes de cohecho y pertenencia a organización criminal. También están citados Ábalos y Koldo García para el 24 de junio.
Aunque en su última comparecencia en el Congreso Cerdán negó los hechos —«No recuerdo ninguna conversación de ese tipo»—, la presión política ha ido en aumento. Desde el PP se pidió su dimisión inmediata, entre gritos de «fuera» y «corrupción».
Con esta renuncia, el hasta ahora número tres del PSOE evita comparecer como aforado ante el Supremo, aunque su salida no le libra de la causa judicial. Su marcha deja un vacío importante en la estructura del partido en plena legislatura, y supone un duro golpe para el liderazgo de Pedro Sánchez.