Donald Trump ha lanzado una seria advertencia al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, al acusarlo de querer abandonar el acuerdo bilateral sobre tierras raras. El expresidente de Estados Unidos, en declaraciones recientes, afirmó que Kiev está intentando echarse atrás en un pacto ya cerrado, y no dudó en señalar las consecuencias: “Si abandona el acuerdo, tendrá serios problemas”.
Según Trump, ambas partes habían alcanzado un entendimiento en torno a los valiosos minerales estratégicos, y cualquier intento de renegociación por parte del Gobierno ucraniano es inaceptable. “No se puede llegar a un acuerdo y luego pretender empezar desde cero”, subrayó el exmandatario.
Un acuerdo clave ligado a la ayuda militar
El pacto entre Estados Unidos y Ucrania vincula directamente el apoyo militar estadounidense con el acceso a tierras raras en territorio ucraniano. Estos materiales son fundamentales para industrias como la tecnología avanzada, la energía y la defensa, y su control se ha convertido en una prioridad estratégica para Washington.
A finales de diciembre, una tensa reunión entre Trump y Zelenski en la Casa Blanca provocó la suspensión temporal del diálogo sobre la paz y las tierras raras. Sin embargo, las delegaciones retomaron las conversaciones semanas después, y el propio Trump aseguró que el proceso avanzaba “por buen camino”.
Críticas a la OTAN y nuevas amenazas a Rusia
En paralelo a sus críticas por el acuerdo de tierras raras, Trump también se pronunció sobre el deseo de Ucrania de ingresar en la OTAN. Afirmó tajantemente que “nunca iba a suceder” y añadió que Zelenski “lo sabe”.
El expresidente aprovechó la ocasión para expresar su descontento con el presidente ruso, Vladímir Putin, por la falta de avances en las negociaciones para un alto el fuego en Ucrania. Como medida de presión, amenazó con imponer nuevas sanciones al petróleo ruso, en un intento de forzar un cambio en la postura del Kremlin.
La disputa por el control de las tierras raras se ha convertido en uno de los ejes del pulso geopolítico entre las potencias. Las tensiones entre Estados Unidos, Ucrania y Rusia, unidas a las ambiciones estratégicas de cada país, convierten estos acuerdos en mucho más que simples tratados comerciales: son herramientas clave para el equilibrio global.