La administración de Donald Trump ha decidido suspender el envío de fondos públicos a organizaciones que realizan abortos, cumpliendo así una de sus promesas de campaña. Esta decisión afectará especialmente a Planned Parenthood, responsable del 40% de los abortos en Estados Unidos.
Según ha informado The Wall Street Journal, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) ha detenido la entrega de unos 120 millones de dólares del programa Título X, que cubre aproximadamente la mitad del presupuesto anual de dicha iniciativa. Este programa proporciona servicios médicos gratuitos o de bajo coste a cerca de cuatro millones de mujeres a través de unas 4.000 clínicas en todo el país.
La suspensión se debe a una auditoría interna ordenada por el presidente, en cumplimiento de directrices que prohíben el uso de fondos públicos en actividades vinculadas a la diversidad, equidad e inclusión. El HHS está revisando si los fondos del Título X han sido utilizados para ese tipo de fines, lo que podría traducirse en la cancelación definitiva de las ayudas o en su redirección a otras entidades.
La presidenta de Planned Parenthood, Alexis McGill Johnson, ha criticado la medida, acusando al Gobierno de Trump, Vance y Musk de querer acabar con sus centros sanitarios, incluso si eso implica cortar el acceso a anticonceptivos, pruebas de enfermedades de transmisión sexual y tratamientos esenciales para millones de personas.
Desde hace tiempo, sectores conservadores han impulsado iniciativas para retirar la financiación pública a Planned Parenthood por su implicación en la práctica del aborto. Durante la campaña de 2024, el actual vicepresidente, J. D. Vance, ya adelantó que eliminarían ese respaldo económico si llegaban al poder, y este congelamiento parece ser el primer paso en esa dirección.