El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, denunció este domingo las protestas contra las detenciones y demás operaciones del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en California. Tras tildar a los manifestantes de «turbas violentas e insurrectas», el republicano afirmó que «se restablecerá el orden, se expulsará a los ilegales y se liberará a Los Ángeles».
En una publicación en la red social Truth Social, Trump decía que «estos disturbios ilegales solo refuerzan nuestra determinación». También ordenaba a Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, al secretario de Defensa, Pete Hegseth, y a la fiscal general, Pam Bondi, «que tomen todas las medidas necesarias para liberar a Los Ángeles de la invasión migratoria y poner fin a estos disturbios».
Los demócratas piden «no dar a Trump lo que quiere»
En la noche del pasado sábado, el presidente de Estados Unidos ordenó el despliegue de la Guardia Nacional para confrontar las protestas callejeras. La mayoría de las tropas fueron desplegadas sobre todo en las ciudades de Compton y San Bernardino, vecinas al núcleo urbano de la ciudad de Los Ángeles.
Gavin Newsom, gobernador del Estado de California, tachó la medida de «provocación», y ha pedido a la población que no use la violencia para «no dar a Trump lo que quiere». En una misiva para el jefe del Pentágono, además, ha solicitado que revoque el despliegue militar «y devuelva la Guardia Nacional al control legítimo del Estado de California, para que sea desplegada según sea necesario».
Newsom denuncia que el gobernador de California ha señalado que la decisión de enviar a la fuerza militar federal no fue transmitida a su oficina para que la aprobase u ordenase como establece la ley. Asegura que la decisión de Trump es «incompatible con el memorándum del presidente, que prevé la ‘coordinación con los gobernadores de los estados’ para identificar y ordenar a las unidades de la Guardia Nacional que presten servicio federal».
«Una grave violación de la soberanía estatal»
El californiano prosigue en su denuncia: «No hay necesidad de desplegar a la Guardia Nacional en Los Ángeles, y hacerlo de esta manera ilegal y durante un período tan prolongado constituye una grave violación de la soberanía estatal que parece diseñada intencionadamente para agravar la situación». Tras esto, aseguró que la Policía Local y el condado son los que mejor pueden abordar la situación.
Y en defensa de Newsom, 22 gobernadores del Partido Demócrata han emitido un comunicado condenando la movilización como «un alarmante abuso de poder». El mensaje del escrito es claro: «Apoyamos al gobernador Newsom, quien ha dejado claro que la violencia es inaceptable y que las autoridades locales deben poder hacer su trabajo sin el caos que supone esta interferencia e intimidación federal».