Alejo Vidal-Quadras continúa recuperándose del atentado sufrido contra su persona el pasado 9 de noviembre en Madrid. Mientras tanto, todos los jueves, por su imposibilidad de asistir físicamente como de costumbre al programa de El Gato al Agua, asiste con un mensaje y comentario de la actualidad, que en estos días de principio de andadura de la segunda legislatura Sánchez, da realmente de sí.
Así, para este jueves 11 de enero, este ha sido el mensaje de Vidal-Quadras:
Queridos amigos de El Gato al Agua:
Muy buenas noches a todos,
En el panorama desquiciado que es hoy la política española, parece que el nivel de humillaciones y de aceptación de disparates jurídicos que Pedro Sánchez es capaz a de conceder al “pastelero loco” ha alcanzado ya cotas insuperables. Sin embargo, no hay que subestimar la osadía y la prepotencia de la que pueden hacer gala en el frenopático de Waterloo.
Su última exigencia de obligar a las nueve mil empresas que salieron huyendo de Cataluña tras el clima de inseguridad jurídica creado por el intento de golpe de septiembre y octubre de 2017 a regresar a esta Comunidad, bien sea mediante estímulos fiscales, bien sea mediante la imposición de sanciones, entra de lleno en el delirio. Semejante interferencia en la libertad de empresa dentro de una economía de mercado amparada por la normativa comunitaria es absolutamente inconcebible y ha causado el lógico estupor dentro y fuera de nuestras fronteras.
Las cotas de desprestigio a las que está descendiendo España por padecer un Gobierno de una debilidad parlamentaria extrema dependiendo de un batiburrillo de partidos y partiditos de variopinto pelaje y de grupos y grupúsculos internamente fragmentados, son verdaderamente alarmantes. Es inimaginable después del espectáculo lamentable de ayer durante las votaciones de los tres decretos-leyes con los que ha arrancado sus trabajos el Congreso de los Diputados que la presente legislatura pueda desarrollarse con normalidad y mucho menos completarse.
Los efectos negativos que semejante dinámica infernal van a tener sobre la inversión, la creación de empleo y la fuga de capitales y de talento son fáciles de adivinar. Esperemos que este aquelarre dure poco y Sánchez quede pronto enterrado en los cascotes del colapso de una mayoría inverosímil que ni siquiera su total carencia de escrúpulos y de principios conseguirá sostener.