Josep María Francàs se muestra muy crítico con el anteproyecto de ley presentado por el gobierno. Aunque no se trata de un real decreto, el texto incluye medidas que parecen similares a un decreto urgente, y algunas de ellas son propuestas que las asociaciones judiciales llevan años solicitando, como las becas para opositores. Sin embargo, también hay aspectos muy polémicos que podrían tener implicaciones directas en la estructura del Tribunal Supremo.
Uno de los puntos clave es la propuesta que dejaría fuera de las presidencias de sala a dos jueces de alto nivel, lo que generaría malestar en el Supremo, y abriría la puerta a colocar a personas más cercanas al poder político en posiciones clave, como en la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Este «gol gordo» ha suscitado críticas por intentar influir en la composición del tribunal que podría juzgar casos de figuras del gobierno.
