Julio Ariza comienza reconociendo la gravedad del momento actual, destacando la alta atención mediática que suscitan ciertos temas. Sin embargo, lamentó que cuestiones fundamentales como el valor de la vida humana pasen desapercibidas en medio de la vorágine informativa.
Refiriéndose a Gran Bretaña como uno de los países más avanzados del mundo, con instituciones sólidas como la BBC y un ejército poderoso, denunció lo que considera una contradicción: «Cuando una sociedad acepta matar a una criatura, incluso en el momento del parto, tiene muy pocas soluciones desde el punto de vista moral», afirmó.
