En una intervención llena de entusiasmo, Julio Ariza expresó su satisfacción por la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, calificándola como un hecho trascendental en la lucha contra el avance de ciertas ideologías progresistas. Para Ariza, este resultado electoral no solo tiene implicaciones políticas, sino también sociales y culturales, marcando un punto de inflexión en el panorama global.
Ariza describió los resultados como «una noche mágica» y planteó la victoria de Trump como parte de una lucha ideológica profunda. Comparó esta contienda con una batalla entre «ángeles buenos y ángeles malos», evocando una referencia bíblica al enfrentamiento entre el bien y el mal. Según el analista, el triunfo de Trump representa un freno al progreso de agendas que, en su opinión, han dañado los valores fundamentales de la sociedad estadounidense.
«El wokismo ha avanzado de tal manera que ha destruido prácticamente esa sociedad, erosionando los criterios y valores que siempre la han sostenido», señaló. Para Ariza, el significado de Trump trasciende al individuo, simbolizando un movimiento que defiende principios universales compartidos en Europa y Occidente.
Un rechazo a la agenda progresista
El empresario subrayó que el triunfo de Trump no es solo una victoria electoral, sino también un rechazo contundente a la agenda progresista, particularmente en temas como el aborto. Según Ariza, los demócratas intentaron usar esta cuestión como estrategia de campaña, pero no lograron convencer al electorado.
«Gracias a Dios, no lo han conseguido», afirmó, destacando que Trump, aunque no sea un líder perfecto, representa una alternativa sólida frente a las políticas que considera perjudiciales. «Lo importante no es solo Trump, sino las personas que lo apoyan y el modelo de sociedad que defienden», agregó.
Esperanza para los valores occidentales
Para Julio Ariza, la victoria de Trump es un recordatorio de que es posible resistir a los cambios ideológicos que intentan transformar radicalmente las sociedades tradicionales. Este resultado, según él, refuerza la esperanza de aquellos que buscan mantener intactos los valores occidentales.
«Es una bendición porque coincide con los valores y el modelo de sociedad que defendemos muchos en Europa y Occidente», concluyó, llamando a estar atentos ante los desafíos que plantean el wokismo y otras corrientes ideológicas.