Que un fiscal general filtre pruebas ya es bastante grave. Pero qué esperar cuando la propia declaración de hoy ha sido de risa. Entra por la puerta grande (como si fuese un ser superior) del Supremo, no le contesta al juez y casi le faltó decir que irá al Constitucional para que le indulten, como con los ERE… Con lo que ha pasado hoy ningún ciudadano puede confiar en la justicia y el Estado de Derecho agoniza.
