Tras cinco años de sanchismo en la Moncloa, la debacle es clara. En el ámbito económico, tenemos una subida de impuestos con récord de impuestos o un paro estratosférico. En cuanto a la ruptura nacional, Sánchez ha dado alas a los separatistas y a los bilduetarras, ha permitido actos de enaltecimiento del terrorismo y ha permitido que se vulneren los derechos lingüísticos en Cataluña. En Justicia, la erosión de la separación de poderes ha sido clara, por ejemplo, con el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General del Estado al dejar el Gobierno. El adoctrinamiento es el pan de cada día y se han bajado los niveles de exigencia para los alumnos. A nivel internacional, España prácticamente no existe… a excepción de cuando se trata de relacionarse con Marruecos, que tiene sometido al presidente. Entre delincuencia, inmigración ilegal y más de mil violadores con rebajas de penas (incluso algunos excarcelados), este gobierno nos ha dejado una España peor que la que se encontró.
