Pedro Sánchez comparece en el Congreso tras el apagón nacional, pero no ofrece ni una sola explicación clara. Tres horas de discurso vacíos, ataques a la oposición y propaganda sobre energías renovables. El Parlamento se convierte, una vez más, en un teatro sin respuestas reales para los ciudadanos. Mientras tanto, la red eléctrica sigue sin aclarar qué falló, y la oposición apenas logra hacerse oír. ¿Democracia parlamentaria o puro espectáculo?
