Para los niños de Alexandra, el día de San Nicolás sigue siendo el más especial del año, y aunque ahora están lejos de su hogar en Ucrania, la Fundación Madrina ha hecho posible que este ilustre personaje les entregue sus tan esperados regalos. Saleb, el mayor de siete hermanos, nos comparte cómo las más pequeñas son las que más esperan los juguetes, aunque él también disfruta de su pellizquito.
A pesar de que llevan tres navidades en España, el recuerdo de la guerra sigue siendo fuerte. La familia de Alexandra tuvo que abandonar su país a bordo de trenes, autobuses y aviones, escapando de las bombas y el horror. Adaptarse a una nueva lengua y cultura ha sido un reto, pero con esfuerzo, poco a poco han encontrado su camino.
Gracias a la Fundación Madrina, 122 familias ucranianas han recibido regalos de Navidad, emulando la fiesta de San Nicolás, una tradición que simboliza el inicio de la Navidad en Ucrania y transmite valores de amor y generosidad. Este evento especial no solo ha traído alegría a los niños, sino también esperanza y consuelo a las familias que han sufrido la pérdida de seres queridos debido a la guerra.
La Fundación Madrina ha brindado apoyo esencial a las familias ucranianas, desde ayuda humanitaria en el terreno hasta apoyo psicológico y asistencia para adaptarse a su nueva vida en España. En este vídeo, vemos cómo la generosidad y la empatía de los voluntarios transforman la vida de los niños, dándoles una razón para sonreír en medio de la adversidad.
¡No te pierdas esta emotiva historia de esperanza, solidaridad y alegría navideña!