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El doble rasero y la doble moral del Ministerio de Igualdad 

El doble rasero y la doble moral del Ministerio de Igualdad 

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Considerando el modo de actuar en el Islam; el hombre es libre de casarse con quien le plazca, añádase que, en verdad, puede contraer matrimonio con una judía, una cristiana o una musulmana o incluso, con las tres al mismo tiempo bajo las leyes de la poligamia. 

Merece fijar la atención en la mujer musulmana que solo podrá contraer matrimonio con un hombre de su misma religión, pero no solo eso, sí es chiita tendría muchos problemas en casarse con un sunita. 

Recordemos constantemente que, en la mayoría de los casos es aún peor puesto que se debe casar con quién decida su familia, y punto. 

En definitiva, la mujer musulmana por lo general ve prácticamente anulada su capacidad de elección, la suerte puede ser aún peor como la ley de Murphy, pues puede nacer en un país donde se hace la ablación de su clítoris, -práctica que se sigue realizando en algunos países musulmanes- al igual que sigue ocurriendo que la casen siendo menor de edad, en fin. 

Una profesora egipcia ex Decana de la facultad de filosofía y doctrina, Amna Nasir nos reveló que una mujer en teoría sí se puede casar con un creyente (Un creyente es aquel que atesora el libro sagrado es decir, un judío o un cristiano). Pero en la práctica real, cómo ya hemos indicado; no puede.
Se sobreentiende que las interpretaciones doctrinales se han hecho claramente a favor del hombre.

Hojeando esta temática, otra cuestión que los occidentales no suelen saber es que, una mujer musulmana no puede trabajar, ni desarrollar su carrera profesional, si no se lo permite su marido. Es una ley no escrita pero que se respeta en la actualidad. Sí vemos a una mujer musulmana por la calle paseando con sus hijos y sin trabajar es porque muy posiblemente, su marido, no la ha permitido trabajar. 

Ya sabemos que el hombre islámico tiene innumerables más derechos, sin ir más lejos, solo por ser hombre, le corresponde el doble de herencia que la mujer. O mejor dicho, a la mujer la corresponde la mitad de la herencia que el hombre.

Con todo ello se hace evidente las numerosísimas dificultades de las miles de mujeres musulmanas nacionalizadas españolas. 

Con estas mimbres, la pregunta es, ¿por qué no existe ninguna actuación dirigida a la mujer musulmana dese el Ministerio de Igualdad?

¿Por qué no existe ninguna actuación dirigida a la mujer musulmana dese el Ministerio de Igualdad?

Pero si bien se mira, en España hay viviendo más de dos millones y medio de musulmanes, la mayoría  marroquíes, y las mujeres están claramente en una situación de clamorosa desigualdad. 

La pregunta de buena fe es sencilla, -insisto-, ¿por qué el Ministerio de Igualdad, tan extraordinariamente beligerante y combativo “únicamente” contra los hombres blancos heterosexuales cisgénero, no actúa ante las enormes desigualdades que sufren las mujeres musulmanas?

Y a tal punto, ¿por qué ni siquiera son mencionadas? ¿A qué se debe este  doble rasero o doble moral del Ministerio de Igualdad?

El bulletin

Del ToroTv

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