El partido conservador gobernará en Grecia
En mi articulo anterior, una vez celebrada las Elecciones en Grecia en primera vuelta, afirmé que el Partido de Nueva Democracia (ND) del primer ministro Kyriakos Migsotakis , que las ganó con el 40,82% de los votos, no aceptaría pactar con nadie y acudiría a la segunda vuelta, ya que el sistema electoral de Grecia premia con 50 Escaños adicionales al vencedor. Ese bonus, adelanté, le permitiría gobernar en solitario. Esa era su intención y así ha sucedido en la segunda vuelta celebradas este 25 de junio.
A Nueva Democracia, con el 40,56% de los votos, le sigue el Partido del Exprimer Ministro Alexis Tsipras con el 17,83% por lo que hoy podemos decir que el principal partido de la izquierda es un partido político en caída permanente. Mientras, por otro lado, entra la derecha más dura en el Parlamento griego creciendo con los 13 diputados de Espartanos y los 10 de Niké.
Siempre he pensado y escrito que España debería ir a un sistema Electoral similar al de Grecia, y no porque el que tenemos sea esencialmente negativo sino porque se ha quedado antiguo y no responde a las circunstancias sociológicas y políticas que se dan ahora en España. Premiando al Partido ganador con un porcentaje de escaños adicionales, se permitiría tener gobiernos más estables y menos condicionados por las minorías disgregadoras.
Tengo que decir que Migsotakis es una persona seria y comprometida con Grecia, que nada más conocer los resultados que eran esperados viene entre otras cosas a decir: “Los griegos nos han entregado una mayoría contundente para seguir por la senda de los grandes cambios que necesita nuestro país, cerrando con sonoridad y de forma permanente un ciclo de toxicidad que ataba a nuestra sociedad.” Nueva Democracia gobernará en solitario, tal y como pretendían tras acudir a la segunda vuelta.
Con unos resultados de la Coalición de Izquierda Radical de SYRIZA del 17,83% de votos, con apenas 47 escaños, seguida del histórico Partido Socialista Panhelenico (PASOK) con 11,8% del voto y del Partido Comunista de Grecia (KKE), con el 7,68% y 20 escaños (que no hace muchos años fue un Partido muy influyente en el panorama Nacional Griego), podemos afirmar que la tendencia de la izquierda griega, tras estas elecciones, es seguir retrocediendo.
Muy por detrás tenemos partidos que podíamos describir como de derecha (derecha) los Espartanos 4,68% con 13 escaños, el partido conservador Solución Griega 4,45%, con 12 escaños, y el cristiano Victoria (KIKE) con el 3,70% del voto con 10 escaños.
Quedando fuera del Parlamento el partido que lidera el Exministro de Finanzas Yanis Varoufakis, el Frente Europeo de Desobediencia Realista con el 2,43% de los votos.
El antiguo Primer Ministro Tsipras, líder del Partido SYRIZA, ha obtenido unos pésimos resultados, que a decir de muchos le conducen directamente a la descomposición de su Partido. Tsipras, que en su día fue considerado como el amigo griego de Iglesias -pese a que más tarde se despegó del tóxico podemita- ha salido por la tangente ante la presión de algunos de sus compañeros de Partido: “estos resultados son negativos sobre todo para la sociedad y para la democracia” y ha acusado, cómo no, a Nueva Democracia de ser responsable del auge de la “extrema derecha”. ¿No nos suena esto a lo que escuchamos en España? Refugiándose de la catástrofe bajo el paraguas de sus militantes Tsipras también anuncia que va a «convocar a la militancia para juzgarnos a todos», y ha puesto el «cargo está a disposición de los militantes”.
Ser demócrata consiste en aceptar los resultados de las urnas, sin poner pegas, sin insultar al contrario y analizando honestamente el veredicto del pueblo.
Dentro de unas semanas tendremos una elecciones en España con similares características: una sociedad artificialmente dividida en dos partes, polarizada, donde las justificaciones de los resultados y las derrotas dejarán entrever la descomposición de unos, el declive de otros y el ciclo ascendente de los demás.