Alemania: Bienvenidos al Tercer Mundo
Por Gaïa (*)
Más coches eléctricos y bombas de calor significan una mayor necesidad de electricidad. El problema: en muchos lugares, las redes locales no están diseñadas para ello. Por eso, a partir de 2024, los operadores de red podrán limitar la electricidad, con consecuencias muy prácticas para los clientes.
Barbara Gruber está preocupada por sus pacientes. Gruber trabaja en el ambulatorio de Cáritas en Miesbach. Para sus visitas diarias, se desplaza en coche eléctrico. Tras una fase de prueba, la asociación Cáritas de Alta Baviera ha electrificado el diez por ciento de su flota de vehículos. Hasta ahora, la conducción sin emisiones ha funcionado sin problemas. Pero no es seguro que Gruber pueda seguir llegando a todos los pacientes de forma fiable a partir de 2024, ya que la electricidad para los coches eléctricos puede escasear en el futuro. Teme no poder ejercer pronto su profesión: «Ya no podríamos tratar a nuestros pacientes. Eso ya sería trágico».
Antecedentes: La Agencia Federal de Redes tiene previsto racionar la electricidad a partir de 2024. Esto se debe a que, en el marco del cambio energético, se espera que la demanda de electricidad aumente más de un diez por ciento en los próximos años. Sin embargo, la ampliación de la red va con retraso, ya que actualmente faltan unos 14.000 kilómetros de infraestructura.
Agencia de redes: «Los cables locales no siempre están diseñados para soportar la carga».
Para no sobrecargar las redes, Klaus Müller, director de la Agencia Federal de Redes, quiere restringir temporalmente la electricidad a partir de enero. «Si se demuestra que puede haber esta sobrecarga de la red, entonces el operador de la red de distribución tiene derecho a moderar», dijo Müller a finales de marzo en una entrevista con BR.
Además del cambio en el transporte, el Gobierno federal también confía principalmente en la electricidad para el cambio en la calefacción. Las bombas de calor van a desempeñar un papel importante en la sustitución de la calefacción de gas y petróleo. Pero, ¿habrá suficiente electricidad en el futuro para que todos los ciudadanos puedan hacerlas funcionar? «Los cables y transformadores locales no siempre están diseñados para semejante carga», afirma la Agencia Federal de Redes en respuesta a una pregunta de la revista política BR Kontrovers. «Para evitar retrasos en la conexión de las bombas de calor y los sistemas de carga, también se requiere un instrumento de control por parte del operador de la red.
Las bombas de calor y los coches eléctricos deben desconectarse de la red en las horas punta
Más coches eléctricos y bombas de calor significan una mayor necesidad de electricidad. El problema es que en muchos lugares las redes locales no están diseñadas para ello. Por eso, a partir de 2024, los operadores de red podrán limitar la electricidad, con consecuencias muy prácticas para los clientes.
Barbara Gruber está preocupada por sus pacientes. Gruber trabaja en el ambulatorio de Cáritas en Miesbach. Para sus visitas diarias, se desplaza en coche eléctrico. Tras una fase de prueba, la asociación Cáritas de Alta Baviera ha electrificado el diez por ciento de su flota de vehículos. Hasta ahora, la conducción sin emisiones ha funcionado sin problemas. Pero no es seguro que Gruber pueda seguir llegando a todos los pacientes de forma fiable a partir de 2024, ya que la electricidad para los coches eléctricos puede escasear en el futuro. Teme no poder ejercer pronto su profesión: «Ya no podríamos tratar a nuestros pacientes. Eso ya sería trágico».
Antecedentes: planes de la Agencia Federal de Redes
Control en este caso significa racionamiento de la electricidad. El problema radica sobre todo en la «última milla» hasta los edificios. Allí, los cables y transformadores no suelen estar diseñados para satisfacer las necesidades futuras. Para mantener la estabilidad de toda la red, en el futuro los operadores deberán poder desconectar de la red las bombas de calor y los coches eléctricos en las horas punta. La Agencia Federal de Redes está estudiando los detalles.
El suministro eléctrico ya puede reducirse temporalmente, pero sólo con el consentimiento de los clientes. Por esta concesión, se les recompensa con una tarifa eléctrica más baja. Rainer Meyr es instalador de calefacción cerca de Augsburgo. Sólo unos pocos de sus clientes recurren a este modelo: «Al fin y al cabo, las horas de corte entran en una cierta esfera privada. En mi casa, algo lo apaga una persona ajena. La mayoría no quiere aceptar esta intrusión a pesar de la reducción de precio. Sin embargo, el marco legal es claro: el racionamiento de electricidad -incluso en contra de los deseos del cliente final- tendrá lugar a partir de 2024.
Enfermera: «A los pacientes les da igual en qué coche venga
En Alta Baviera, Cáritas quiere convertir a la electricidad gran parte de sus vehículos asistenciales en los próximos años. «Espero que se tomen rápidamente las medidas correspondientes para poder equipar también las redes», dice el jefe de flota David Kiesgen. Pero esta ampliación aún tardará años, según los operadores de la red. Mientras tanto, puede ser inevitable racionar ocasionalmente la electricidad a diario. Si el coche no tiene carga suficiente, esto supondría un gran problema para la cuidadora Barbara Gruber y sus pacientes: «Les da igual en qué coche venga. Les da igual en qué coche venga. Lo principal es que yo venga», explica Gruber.
(*) Este artículo ha sido publicado en francés por la web Dreuz.info. Reproducido con permiso con la siguiente mención: © Gaïa para Dreuz.info.