La demanda de crédito se hunde como no se veía desde la crisis financiera. El BCE subirá hoy jueves los tipos de interés con una inflación del 7%
La combinación de nuevos episodios de turbulencias financieras en el arranque de 2023 junto con el proceso de subidas de tipos de interés para luchar contra la inflación ha generado un frenazo en el crédito que no se veía desde el año 2011.
Según los últimos datos del Banco Central Europeo, en el primer trimestre los bancos de la zona euro endurecieron sus condiciones a la hora de prestar más de lo esperado. Tanto que habría que volver a la anterior crisis financiera de hace doce años para encontrar cifras similares.
Lo mismo ocurrió con la demanda de crédito de empresas y hogares.
«El endurecimiento de los préstamos a empresas y para la compra de vivienda fue más fuerte de lo que esperaban los bancos en el trimestre anterior y apunta a un debilitamiento persistente de la dinámica crediticia», destaca la encuesta del BCE.
Las condiciones de crédito es un indicador del impacto de las turbulencias financieras y esta es la primera señal con la que cuenta el Banco Central. La última vez que el BCE subió tipos el 16 de marzo lo hizo en plena tormenta financiera. Entonces no se sabía hasta qué punto la situación estaba afectando a la economía.
Las entidades financieras han visto cómo ha aumentado el riesgo en un escenario de subidas de tipos, turbulencias financieras, el colapso de algunos bancos norteamericanos o el hundimiento del Credit Suisse.
También cayeron, aunque algo menos, las peticiones de préstamos para financiar consumo –cuyas condiciones se endurecieron menos que las del resto–.
Los bancos incrementan sus márgenes
Los bancos reconocen que las decisiones del BCE han tenido un marcado impacto positivo en sus márgenes netos de interés en los últimos seis meses –la diferencia entre lo que cobran por prestar y lo que pagan a los depósitos–. La perspectiva es que esta tendencia continúe en el próximo año y medio. En el caso de España, con un importante stock de hipotecas a tipo variable, todavía queda pendiente trasladar al cliente la mitad de la subida de los tipos.
Desde el lado de la demanda y de cara al segundo trimestre del año, los bancos esperan una caída neta adicional de la solicitud de crédito de las empresas.
Asimismo, los bancos esperan una fuerte disminución en la demanda de préstamos para vivienda y una disminución neta algo menor en la demanda de crédito al consumo que en el primer trimestre.