Juan Lobato, secretario general del PSOE en Madrid, ha comparecido este martes en el pleno de la Asamblea de Madrid, marcado por el reciente terremoto político provocado tras la revelación de un registro realizado en una notaría. Este movimiento se suma a las exigencias por parte de la oposición de que Lobato asuma responsabilidades políticas y, eventualmente, deje su cargo.
El origen del escándalo radica en el registro notarial, el cual ha sido interpretado como un intento de resguardar documentación sensible o de prever acciones legales relacionadas con su gestión al frente del partido en Madrid. La oposición, encabezada por el Partido Popular y Vox, no ha tardado en reaccionar ante la situación para criticar la transparencia y credibilidad de Lobato, solicitando que dé explicaciones claras y contundentes.
El impacto en el PSOE-M
La crisis interna en el PSOE madrileño llega en un momento delicado, en el que el partido intenta reconstruirse tras las elecciones municipales y autonómicas. Lobato ha defendido su actuación, calificando las acusaciones como una estrategia para desviar la atención de otros asuntos importantes en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, su liderazgo se enfrenta a una dura prueba, y en el pleno se ha puesto el foco en su capacidad para argumentar y responder a las demandas de dimisión.
Analistas políticos señalan que esta sesión podría marcar un punto de inflexión en la carrera política de Juan Lobato. Aunque ha logrado mantenerse firme en sus posiciones hasta ahora, el respaldo dentro de su propio partido y entre los votantes socialistas podría verse afectado dependiendo de cómo maneje esta crisis.
Lobato se queda y denuncia un «linchamiento» desde el PSOE
A pesar del huracán político que tiene encima, Lobato ha anunciado en la Asamblea de Madrid que no va a dimitir. Además, denunciaba una maniobra de la cúpula de su partido para acabar con su carrera política. «Estoy preocupado por el linchamiento por parte de dirigentes de mi partido», explicaba escuetamente en su comparecencia, en la que no hubo preguntas.
Por tanto, el líder socialista madrileño enfrentaba las críticas internas que reclamaban su dimisión desde el lunes. Algunos incluso afirmaban que Lobato no podía seguir en el cargo el próximo fin de semana, cuando tendrá lugar en Congreso Federal del PSOE en Sevilla. Algunas fuentes del partido comentaban a Europa Press que Lobato ha «roto la confianza» de la federación, pues habría actuado en contra de su propio partido.