Óscar Puente lleva apenas 18 meses al frente del Ministerio de Transportes y ya acumula una larga lista de incidentes ferroviarios: descarrilamientos, robos de cobre, colapsos en estaciones, trenes sin luz ni aire acondicionado, y averías graves casi semanales. Mientras miles de usuarios sufren las consecuencias, el ministro apunta a la oposición y habla de sabotaje. ¿Es esto una crisis de gestión o algo más profundo?
