Ignacio Guerrero, Presidente de la Unión Médica Profesional (UNIPROMEL), describe la desolación de sus pacientes, critica al Gobierno por permitir el deterioro de un modelo sanitario que considera exitoso durante más de 50 años. Argumenta que la sanidad debería gestionarse de manera directa por médicos y pacientes, alejándose de criterios políticos. El profesional plantea emprender acciones legales contra el Ministerio de Función Pública, acusándolo de priorizar intereses ideológicos y de no financiar adecuadamente el sistema.
Se expone que depender de una única aseguradora es contrario a la legislación de competencia, creando un monopolio con riesgos para médicos, hospitales y pacientes. El médico anuncia que denunciarán esta situación ante la Comisión Nacional de la Competencia y en Europa, buscando revertir la decisión en un plazo de seis a nueve meses. Sugiere un modelo alternativo en el que el Estado actúe como pagador directo y garante de la sanidad pública concertada, eliminando intermediarios. Este enfoque permitiría que los mutualistas mantengan a sus médicos y hospitales, mientras el Estado asegura estándares similares a los de la sanidad pública.
La propuesta incluye inspecciones rigurosas a los centros privados concertados y destaca que el Estado tiene los recursos necesarios para gestionar el sistema sin intermediarios. El médico concluye que la actual crisis es incomprensible, lamentando la falta de soluciones claras por parte del Gobierno.