Mientras el Gobierno presume de no hacer negocio con Israel en plena guerra, los datos revelan lo contrario: contratos por más de 1.000 millones de euros en armamento, muchos firmados después de anunciar que se suspendían las compras. En este video analizamos la contradicción entre el discurso y los hechos, la tensión dentro del Gobierno de coalición y lo que revela el informe del Centro de Estudios por la Paz. ¿Se puede hablar de coherencia política cuando se firman 40 contratos con empresas armamentísticas israelíes tras condenar sus acciones?
