Ya son varias las denuncias sobre la existencia de redes que se lucran con la llegada masiva de inmigrantes. La gestión de los centros de acogida, los contratos millonarios vinculados a su mantenimiento y el papel de las ONG han avivado la polémica, evidenciando la falta de un consenso sobre cómo abordar el fenómeno de manera eficaz y justa.
