Tal día como hoy, 17 de febrero de 1902, se declaraba el estado de guerra en Barcelona, como consecuencia de la huelga general revolucionaria desencadenada por los anarquistas de la CNT.
Barcelona era ya uno de los principales polos del desarrollo industrial en España, estimulado por cuantiosas inversiones de todo el país, por la decidida protección política del Gobierno español y por la afluencia de decenas de miles de inmigrantes de toda la península. Ese rápido desarrollo trajo también consigo problemas sociales agudísimos, con flagrantes casos de explotación y miseria. Terreno abonado para que el sindicato anarquista CNT, que en aquel momento controlaba el movimiento obrero en Cataluña, intentara un golpe de fuerza.
El anarquismo ya había sacudido seriamente a la sociedad española no sólo con huelgas, sino también con atentados salvajes como el del Liceo barcelonés, que ocasionó 22 muertos y 35 heridos. A partir de 1901, y siguiendo las instrucciones de la Internacional anarquista, hubo una serie ininterrumpida de huelgas en toda España. La huelga general revolucionaria de 1902 en Barcelona fue el momento cumbre de esa estrategia. El objetivo de los sindicalistas era paralizar el sistema capitalista con huelgas –evidentemente, violentas- que llevaran a una crisis generalizada. Motivo de la reivindicación: la jornada de nueve horas; era una medida que ya existía en diversos sectores, pero sin carácter estatal. En todo caso, la estrategia anarquista iba mucho más allá de esta reclamación.
El movimiento comenzó el día 14 de febrero en Barcelona con los paros de metalúrgicos, carreteros y panaderos. El día 17 se extendió a todos los sectores industriales. De Barcelona pasó a otras localidades. Los enfrentamientos violentos entre huelguistas y guardia civil se saldaron ese día con doce muertos y muchos heridos. En aquel momento gobernaba España el progresista Sagasta, que no dudó en declarar el estado de guerra para sofocar la revuelta. Más de trescientos dirigentes sindicales fueron detenidos. La huelga terminaría en fracaso porque a la cita faltó otro sindicato: la socialista UGT, que jugaba su propio juego.
El principal beneficiario de aquello, en efecto, fue el Partido Socialista, que crecerá a expensas del anarquismo y en las elecciones de 1905 colocará tres concejales en Madrid. El terrorismo anarquista seguiría golpeando aún la vida española durante muchos años más.
Otros hechos:
1580: El conquistador Bernal Díaz del Castillo concluye su “Historia verdadera de la conquista de Nueva España”, testimonio de primera mano de la conquista de México.
1720: España acepta el Tratado de Utrecht que, entre otras cosas, consolida la posición inglesa en Gibraltar.
1799: El rey Carlos IV aprueba el proyecto de telegrafía óptica del ingeniero militar canario Agustín de Betancourt y Molina. Es el primero de este tipo en España.
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