29 de noviembre de 1907. Pi y Margall, un mes y siete días
Tal día como hoy, 29 de noviembre de 1907, moría en Madrid el político federalista Francisco Pi y Margall, que había sido uno de los cuatro presidentes de la efímera Primera República española. Ocupó el cargo exactamente un mes y siete días.
Republicano acérrimo, federalista, socialista, demócrata radical. Eso era Pi y Margall. No era propiamente un político. Era un ideólogo. Había nacido en Barcelona en 1824, en una familia de humildes tejedores. Por su inteligencia fue acogido en un seminario, para que pudiera seguir estudios. De ahí pasó a la Universidad de Barcelona, donde estudió Filosofía y Leyes, carrera que terminó en Madrid. Eran los años 40 del siglo XIX y Pi y Margall abrazó las ideas democráticas y radicales que se extendían por toda Europa. Publicaba sin cesar. En una serie de artículos diseccionó con acierto la parálisis de España bajo la alternancia violenta de distintas facciones liberales (Espartero, Narváez, etc.) que impedían que aquí hubiera nada parecido a una democracia. Al mismo tiempo, publicaba ensayos y libros de Historia o Estética que venían marcados por un tono mucho más ideológico que académico: anticlerical y refractario a cualquier cosa que tuviera que ver con la tradición.
Por el vigor de su discurso y por su activismo incesante, pronto se convirtió en uno de los principales líderes del ala izquierda del Partido Democrático, escisión del Progresista. Conspirador contra la monarquía de Isabel II, huyó a Francia y allí conoció la obra revolucionaria de Proudhon. Pi y Margall termina concibiendo una gigantesca guerra ideológica donde la democracia de base popular habrá de triunfar sobre la monarquía, la propiedad y el cristianismo. Naturalmente, no se pregunta qué pasaría si el pueblo fuera monárquico, cristiano y celoso de su propiedad, como los carlistas que en ese mismo momento se estaban echando al monte. Tomó parte en la Revolución de 1868 y dirigió el Partido Republicano. La hora del triunfo le llegó en 1873, cuando cayó la monarquía constitucional de Amadeo de Saboya. Era el momento. Pero no.
Con la I República Pi y Margall fue ministro de Gobernación, primero, y presidente después, pero la experiencia duró poco más de año y medio. A él, que había sido el profeta del federalismo, le estalló en las manos la insurrección de los cantones, que al fin y al cabo era la aplicación ráctica de sus propias ideas. La I República se hundió sobre sí misma y la monarquía volvió a España. Pi y Margall siguió dedicándose a escribir de política, primero en posiciones catalanistas, después federalistas. Murió con 77 años en la capital de España. Y a pesar de todos los pesares, siempre fue un hombre cabal.
Otros hechos:
1291: Jaime II de Aragón y Sancho IV de Castilla firman el tratado de Monteagudo, intento de conciliación de los intereses de ambas coronas.
1835: El general liberal Espoz y Mina declara el estado de guerra en Cataluña durante la primera guerra carlista. Ordenará fusilar a la madre del caudillo carlista Cabrera.
1899: Se funda el Fútbol Club Barcelona.