Tal día como hoy, 8 de septiembre de 1925, se producía el desembarco de Alhucemas, que pondría fin a la larga y cruenta guerra que España y Francia mantenían en Marruecos. Se considera que este fue el primer desembarco aeronaval de la historia.
España y Francia mantenían el norte de África como colonia (“Protectorado”) desde mediados del siglo XIX; las posesiones francesas eran muy amplias, hasta incluir la actual Argelia, mientras que las de España se limitaban al norte del actual Marruecos. Un territorio, el nuestro, comparativamente pequeño, pero extraordinariamente duro, porque las cabilas rifeñas, ajenas al control del sultán marroquí, peleaban tenazmente por su independencia. Además, catástrofes militares como las del Barranco del Lobo y Annual habían convertido la guerra de Marruecos en un auténtico calvario para la sociedad española. En 1923, un golpe militar con amplísimo respaldo institucional y social llevó al poder al general Miguel Primo de Rivera, que entre sus prioridades situó acabar con la pesadilla de Marruecos. Parece que la intención inicial del general era cortar amarras con tan enojoso problema, pero las recurrentes sublevaciones del caudillo rifeño, Abd el-Krim, obligaron a otro tipo de medidas. En particular, el rifeño cometió el error de atacar las posiciones francesas, lo cual precipitó el entendimiento entre Madrid y París. Primo de Rivera llegó a un acuerdo con los franceses y planificó la operación. España correría con el peso de las acciones bélicas en el norte del frente y Francia prestaría apoyo aeronaval mientras sus tropas avanzaban desde el sur. El encargado francés del operativo sería el mariscal Pétain.
El general Primo de Rivera mandó directamente al ejército, auxiliado por el general Sanjurjo. Cerca de 13.000 soldados españoles combatieron en el desembarco, entre ellos los legionarios al mando del coronel Franco. El ejército rifeño de Abd el Krim no era una horda de desarrapados: combatía con numerosas piezas de artillería atendidas por mercenarios extranjeros. Sin embargo, el despliegue de poder militar de los atacantes era impresionante: hasta diecisiete carros de combate y unos 160 aviones participaron en la operación. Pese a la inicial resistencia rifeña, la fuerza española logró establecer las previstas cabezas de playa y penetrar en territorio enemigo. El 13 de octubre se daban por finalizadas las operaciones. El poder de Abd el Krim quedaba herido de muerte y para España terminaba la pesadilla de Marruecos.
Otros hechos:
1423: Carlos III de Navarra unifica en una sola villa los tres burgos de Pamplona.
1515: Nace en Toledo el jesuita Alfonso Salmerón, ponente en el Concilio de Trento.
1546: Juan de Tolosa y Cristóbal de Oñate fundan la ciudad de Zacatecas, en México.
1620: Las tropas imperiales derrotan a los protestantes de Bohemia en la batalla de la Montaña Blanca, en Praga.
1645: Muere en Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, el poeta Francisco de Quevedo, nombre fundamental de los Siglos de Oro cuya influencia perdura hasta hoy.
1888: Isaac Peral bota en Cádiz el primer submarino operativo de la historia.