Tal día como hoy, 8 febrero de 1517, zarpaba desde Cuba la expedición de Francisco Hernández de Córdoba hacia Méjico. Fue la primera expedición que pisó las tierras del Yucatán.
Francisco Hernández de Córdoba era un conquistador que había viajado a las Indias en las primeras expediciones y que había logrado acumular una importante fortuna como hacendado en Cuba. Según cuenta el cronista Bernal Díaz del Castillo, que participó en los hechos, un centenar de españoles propuso al gobernador Velázquez viajar hasta Tierra Firme porque necesitaban “ocupar sus personas” y hasta entonces “no había hecho cosa alguna que contar fuera”. En aquel momento ya nadie creía en la vieja teoría colombina acerca de un paso entre los dos océanos que permitiera llegar a las Indias; si tal paso existía, debía de hallarse o muy al norte o muy al sur, lejos en todo caso de las islas controladas por los españoles en el Caribe. Pero allí, en aquellas costas que ya se llamaban “tierra firme”, permanecía un mundo a la espera de ser abierto. Hernández de Córdoba avaló la empresa.
¿Buscaba aventura? ¿Buscaba oro? ¿Buscaba mano de obra para sus haciendas? Probablemente las tres cosas. El hecho es que en febrero de 1517 partían dos navíos y un bergantín hacia el continente. Tras dos días de tormenta, perdido el rumbo, los barcos llegaron a una tierra desconocida. Era la península del Yucatán, cuyo litoral ya había sido cartografiado, pero donde nadie había puesto aún el pie. Entre otras cosas, allí entraron en contacto por primera vez los españoles con culturas amerindias avanzadas, como los mayas, cuyas construcciones dejaron a los nuestros estupefactos.
No fue una expedición amable, aquella: los conquistadores tuvieron que hacer frente a indios hostiles, varios españoles murieron y el propio Hernández de Córdoba resultó seriamente herido. De regreso en Cuba, Hernández de Córdoba moriría a causa de sus heridas. Pero se había abierto el camino a Méjico que dos años después seguiría Hernán Cortés.
Otros hechos:
1538: España, la Santa Sede y Venecia constituyen la Liga Santa para luchar contra el imperio otomano, que controla ya el Mediterráneo oriental y amenaza con expandirse también hacia el occidental.
1814: Simón Bolívar ordena el asesinato masivo de 836 prisioneros españoles; la mayoría de ellos eran neutrales en la guerra de independencia contra España.
1828: Nace en Málaga Antonio Cánovas del Castillo, que será la figura política determinante en la restauración de la monarquía a partir de 1874.
1911: Muere a los 64 años en Graus el político Joaquín Costa, figura mayor del llamado “regeneracionismo”. 1934: El gobierno de centro-derecha de Lerroux ordena el desarme general de la población española. Los socialistas reaccionarán ocultando sus armas, que reaparecerán en la revolución de Octubre de ese año