110 minutos que vuelven a recordarnos que estos debates electorales no sirven ni para entretener a los periodistas obligados a verlos. Muchos de los profesionales de la comunicación, entre los que se incluye esta servidora, tuvieron varias tentativas de coger el mando y apagar la televisión ante las continuas interrupciones, uno hablando por encima del otro y esa actitud que a muchos enerva de negar lo que todos hemos visto con nuestros propios ojos. De este cara a cara entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, el único ‘cara a cara’ entre ambos que Atresmedia ha querido organizar despreciando al resto de partidos políticos, sacamos dos conclusiones: que en estos debates se debate poco y que Sánchez va al psicólogo.
El escenario era perfecto, ambos sentados en una misma mesa y enfrentados. La banda sonora escogida por los mismos fue la de ‘VOX, VOX, VOX’ y ‘No es verdad’. Tanto sonó esta música que podrían hacer un buen remix de cara al verano.
Bloques del debate.
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) July 10, 2023
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Ring mediático en el que ambos se dirigían golpes y acusaciones cruzadas
El ‘debate’ fue un ring mediático en el que ambos se dirigían golpes y acusaciones cruzadas sin escucharse y poder contraatacar al contrario más allá de negar la mayor. El programa constaba de cuatro puntos: Economía, Política Social e Igualdad, Pactos y Gobernabilidad y el cierre de los minutos de oro. La cuestión educativa y sanitaria fue relegada a un segundo plano de 20 minutos, que no respetaron los protagonistas, frente a los 40 de los pactos inaugurada tras una moderadora (que no moderada) Ana Pastor que en dos de las ocasiones que preguntó a Feijóo metió la coletilla de VOX. Así se gestó un debate electoral que arrasó en audiencia pero que fue el menos visto de la historia.
Muchos de los asuntos que ocupan y preocupan en la calle no tuvieron ni un minuto en Atresmedia
Según los datos de Barlovento Comunicación consiguió poner en frente a las pantallas a casi 6 millones de espectadores con un 46,5% de cuota de pantalla. Aún así, lejos del predecesor entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy o el de Felipe González y José María Aznar. Lejos de esos otros y tan lejos de la realidad de los ciudadanos. Muchos de los asuntos que ocupan y preocupan en la calle no tuvieron ni un minuto en Atresmedia.
- No se habló de las cuestiones antropológicas más importantes: ideología de género más allá de la cuestión feminista, la ley ‘trans’ o el derecho a la vida (aunque sí mencionaron una ley de vida digna, lo hizo Feijóo)
- No se habló de la imposición lingüística de las lenguas cooficiales que arrinconan al español y que es usada como herramienta de manipulación histórica
- No se habló de soberanía ni de las imposiciones recibidas por la Unión Europea
- No se habló de inseguridad e inmigración ilegal
- No se habló del campo, de agricultores y ganaderos agotados de ver cómo terceros países tienen privilegios frente a sus cosechas perdidas. Tampoco de las políticas verdes que les arruinan. El abandono a la España Vaciada, de nuevo presente
- No se habló de la despoblación, el abandono del mundo rural y la baja natalidad
- No se habló de una política del agua después de semanas en las que la sequía y Doñana parecían preocupar mucho a nuestra clase política
En definitiva, no se habló de muchas de las preocupaciones de los españoles pero sí de las de los dos candidatos a la presidencia del Gobierno. Buena muestra de ello es uno de los momentos del enzarzado rifirrafe, cuando explicó el dirigente socialista la teoría de la proyección. En psicología es un mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a la otra persona defectos y carencias que padece. Lo sorprendente es que Sánchez se lo echó en cara a Feijóo. ¿Ven la teoría de la proyección?