El escándalo en torno a José Luis Ábalos, exministro de Transportes, suma un nuevo capítulo tras la declaración de su exnovia, JRG, ante el Tribunal Supremo. En su testimonio, la mujer admitió que fue contratada en dos empresas públicas pero nunca llegó a trabajar en ellas, a pesar de recibir una retribución económica. Además, reconoció haber residido durante tres años en un piso de lujo en Plaza de España sin pagar el alquiler, sin saber quién se hacía cargo de la renta.
Las declaraciones de la exnovia de Ábalos refuerzan las sospechas sobre un posible uso irregular de fondos públicos y una red de favores vinculada al exministro de Transportes y ex mano derecha del presidente del Gobierno, aunque ella ha intentado desvincular al exministro de cualquier responsabilidad.
Cobró de empresas públicas sin trabajar
La exnovia de Ábalos confirmó ante el Tribunal Supremo que fue contratada en las empresas estatales INECO y TRAGSATEC, ambas bajo la órbita del Ministerio de Transportes durante la etapa de Ábalos. Sin embargo, a pesar de recibir un salario, nunca desempeñó ninguna labor en estas compañías.
Según su testimonio, su contratación fue facilitada por Joseba García, hermano de Koldo García, el exasesor de Ábalos, actualmente investigado por su papel en la trama de contratos públicos.
A pesar de esta colocación privilegiada en dos empresas públicas, JRG insistió en que nunca solicitó ayuda a Ábalos para obtener dichos empleos, e intentó exculparlo, asegurando que el exministro no tuvo nada que ver con su ingreso en esas entidades.
No obstante, el hecho de que obtuviera estos trabajos sin necesidad de acudir a la oficina agrava las sospechas sobre la existencia de una red de colocaciones a dedo en empresas del Estado.
Residió en un piso de 2.700 euros al mes sin pagar alquiler
Otro de los aspectos clave de su declaración fue el alquiler de un apartamento de lujo en Plaza de España, en pleno centro de Madrid, donde vivió entre marzo de 2019 y marzo de 2022.
El precio de la renta ascendía a 2.700 euros mensuales, pero JRG afirmó que desconocía quién se hacía cargo de los pagos. Según su versión, fue Koldo García quien gestionó el alquiler y cubrió los gastos, aunque no precisó de dónde provenían los fondos utilizados.
Estas declaraciones coinciden con la versión que anteriormente ofreció Koldo García, quien aseguró que ayudó a JRG por la amistad que mantenía con ella, aunque no aclaró el origen del dinero con el que se abonó la vivienda.
El hecho de que una persona sin ingresos conocidos en ese período haya residido durante tres años en un piso de alto coste sin pagar un solo euro refuerza la hipótesis de que pudo beneficiarse de una red de influencias vinculada al entorno del exministro.
Un escándalo que salpica a Ábalos
Aunque JRG intentó desvincular a Ábalos de estos hechos, su testimonio se suma a una serie de indicios que refuerzan las sospechas sobre el presunto uso de recursos públicos para beneficiar a personas cercanas al exministro.
El caso de Koldo García y su relación con la contratación de JRG en empresas estatales sin trabajar pone en cuestión los mecanismos de control sobre la asignación de cargos en entidades públicas.
Por otro lado, la falta de claridad sobre quién costeó realmente el alquiler del apartamento de lujo alimenta la incertidumbre sobre el posible desvío de fondos o la existencia de favores encubiertos en el entorno de Ábalos.
La investigación sigue su curso, pero con cada nueva revelación se agravan las sospechas sobre las prácticas irregulares durante la etapa de Ábalos al frente del Ministerio de Transportes.