La trama de corrupción del caso Koldo no era sólo una red de favores y mordidas. Era algo más grave. La UCO apunta directamente a una posible financiación ilegal del PSOE, y deja entrever que Pedro Sánchez habría conocido esta red delictiva mucho antes de lo que ha reconocido públicamente.
Según los agentes, el nexo entre José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García no era una simple relación laboral, de partido político. Era una relación de confianza. De complicidad. Y, en la práctica, de funcionamiento como una organización criminal. Así lo sugiere el propio informe de la UCO que ha sido entregado al Tribunal Supremo que investiga esta trama de corrupción.
Santos Cerdán, el actual secretario de Organización del PSOE, habría gestionado comisiones ilegales por valor de 620.000 euros, pagadas por Acciona a cambio de adjudicaciones públicas. Licitaciones de Adif y de la Dirección General de Carreteras que no habrían sido posibles sin colaboración dentro del propio Gobierno. Y aquí es donde la historia se vuelve todavía más grave. Porque, según la UCO, las irregularidades no se frenaron cuando se cesó a Ábalos y a su asesor, Koldo, en julio de 2021. Al contrario: continuaron.
Hoy en Dando Caña, la periodista Teresa Gómez (The Objective), revela el verdadero enfado de Pedro Sánchez. No fue porque miembros de su entorno cobraran comisiones, sino porque empezaron a hacerlo a espaldas del partido. La UCO detalla cómo la trama siguió operando incluso después del cese de Ábalos y Koldo, y cómo Santos Cerdán, mano derecha del presidente, seguía controlando todo desde las sombras.
Hablamos con Pablo Cambronero que lleva años advirtiendo del despilfarro y la corrupción en el uso de dinero público, confirma que el caso va mucho más allá de Koldo y Ábalos. Todo apunta a un entramado que toca la cúpula del Gobierno.
En el panorama internacional, Israel lanza un ataque quirúrgico sobre Irán en plena madrugada, eliminando a cuatro figuras clave del programa nuclear iraní. Netanyahu justifica la «Operación León Creciente» mientras Irán responde con drones y amenazas de represalias. Trump rompe el silencio con un mensaje contundente: “Están todos muertos, y lo que viene será peor”.
